domingo, 9 de agosto de 2015

¿PIENSAS, REFLEXIONAS, O DEJAS PASAR EL TIEMPO?

Esta tarde, viendo "Océanos de Fuego" me envuelven con escenas de atardeceres en el desierto. El contraluz del protagonista, la mirada perdida en Dios-sabe-dónde, pensando Dios-sabe-qué. Ah, con la sempiterna botella de alcohol.

En cierto modo, me identifico con el protagonista. Bueno, sin ser hombre, sin el caballo, el atardecer, el alcohol, el desierto,... Bueno, que sólo compartimos el calor. Ese intenso calor de las tardes de verano.

Yo tengo libros, tv, satélite, ordenador, tablet, móvil. No se si veis por dónde voy. No necesito perderme en el horizonte, con el sol dibujando mi contorno, y mi caballo masticando unas hierbas. ¿O si?

Si no estoy entretenida, parece que algo falta. Hablo de esos momentos tras las tareas, las obligaciones y las reuniones familiares o "amigables". 

¿No tenéis? Es que cada vez escasean más. Se cotizan a la baja los momentos de reflexión, de tranquila reflexión. Como aquella que imaginamos en las noches frías, largas e invernales de nuestros antepasados. Siempre que no estuvieran ocupados en sobrevivir a duras penas, claro. Si, si, que en esta vida actual no paramos, no hay tiempo, estamos hasta arriba de tareas pendientes, no tengo tiempo para zarandajas...

Además, el problema de su escasez no viene solo. Imaginaos que os parece genial eso de reflexionar, terminamos con la plancha, la cena, acostamos a los niños y creamos ese momento para la reflexión y ya.
...
Y ahora ¿Qué?

¿Qué pasa? ¿Qué no se nos ocurre nada? ¿Sólo nos asalta la cabeza la lista de la compra, lo que dijo la suegra durante la comida, el expediente pendiente sobre la mesa del trabajo? Bueno, tampoco está mal. Siempre que trascendamos el hecho en si.

Muchas veces, con tanta tecnología, se nos escapa la reflexión, la filosofía. Se nos desvanece la meditación. Se borraron las humanidades y lo que traen consigo.

Si no sabemos ni escribir ¿Cómo vamos a estructurar pensamientos más trascendentales que el instante actual? 

Ojo. No estoy renegando de la tecnología, los avances, la ciencia. Soy muy 2.0 Como sabéis todos (un ejemplo este blog, el FB, la cuenta de Twitter...).

Pero, para avanzar, para mejorar, debemos pensar. Ir un poco más allá de nosotros mismos. Del yo, mi, me, conmigo. Debemos planificar, desde la realidad. Desde lo que fuimos y lo que somos. Hemos de preguntarnos a dónde vamos, qué esperamos de los demás, ¿debemos esperar eso de los demás? ... Uf, será por temas.

lunes, 3 de agosto de 2015

¿ESTÁS PREPARADO PARA MORIR?

Tengo 45 años, obesidad -soy una superfofisana-, ningún otro problema médico, trabajo estable, una esposa adorable, una familia estupenda, unos cuantos buenos amigos, una perra y dos gatos.
También tengo unos cuantos "Un día de éstos" y otros tantos "En cuanto tal, haré Pascual" y tonterías similares. Que yo también tengo cosas superimportantes que o pueden esperar, como todos los demás.

Sin embargo, el viernes y gracias a una sencilla infección, casi me voy al otro barrio y por la vía rápida. Una reacción alérgica grave (anafilaxia) me puso en el disparadero. Fue tomar la primera cápsula del antibiótico y cinco minutos después tenía las palmas y las plantas ardientes, rojas y con gran picazón. 
En casa dije "Nos vamos al centro de salud, porque creo que estoy teniendo una reacción alérgica".



Afortunadamente vivo a dos minutos en coche de mi centro de salud, donde me atendieron "ESTUPENDA Y RÁPIDAMENTE". Menos mal, porque llegué con una urticaria generalizada, me iba hinchando como un globo. Mi lengua, la cara, los labios se iban hinchando también. Empezaba a tener problemas respiratorios y un dolor abdominal nivel "me estoy poniendo de parto". 

El tratamiento también es la caña. Y sabe de lo que hablo el que ha recibido vía intravenosa Urbasón y Adrenalina "¡Qué horror!". Como que no le deseo a nadie lo que yo pasé el viernes.
Una vez estabilizada, terminé en urgencias del Hospital. Hasta la mañana siguiente y con la tranquilidad de tener todo bajo control. Y una servidora reventada.

Así, como quien no quiere la cosa, casi la palmo. Si llego a aguantar más "a ver si se me pasa", si me pilla de excursión en el monte, si en mi pueblo no hay consultorio... 

Ahora toca ir a las benditas pruebas de alergia. Ver qué pasa, hacerme chapas, carnets o tatuajes en el pecho. Y rezar para que no se repita.

Y también toca volver a vivir y pasar de los "Un día de éstos", a poner las cosas en la agenda. Pasar a la acción.
Tengo cuatro cosas, pero voy a testar. Si, que si, que tengo toda la vida por delante... o no. Esto no es como aquellos marineros antiguos que no querían aprender a nadar para no tentar a la mar.

Voy a dejar los complejos, los miedos y los temores, en el lugar que les corresponde. No van a desaparecer, pero no me van a paralizar. 
Junto con mi mujer, que también sufrió lo suyo viéndome retorcerme como una lagartija, hemos acordado llevarnos a cenar con cierta periodicidad. Que el amor no vive del aire precisamente. Para empezar, claro. Que las parejas necesitan tiempo y mimo.

¿Y vosotros? ¿Estáis preparados para morir? O mejor dicho ¿Estáis viviendo?