domingo, 9 de marzo de 2014

PERDER EL TIEMPO

Perder el tiempo, no siempre es fácil. Si, si, como lo estáis leyendo. Más si eres una persona metódica, responsable, que hace las cosas como "Dios manda", o todo junto.

Pero "Perder el tiempo" puede llegar a ser todo un arte. No dejarnos llevar por la culpabilidad. Darnos cancha y un poco de asueto. Puede llegar a ser muy necesario para poder seguir siendo metódicos, responsables y podamos hacer las cosas "Como Dios manda".

Porque algunas veces, hemos de parar para tomar carrerilla. Y sienta estupéndamente. Pero necesitamos dejar de lado nuestro sentimiento de culpa.

Venga chicos, todos podemos. Mañana puede que sea demasiado tarde. No digo que nos estemos dos meses delegando todo para más adelante. Seguro que te puedes permitir un rato, un instante, un café con tranquilidad, un capítulo de un buen libro o un paseo por la acera del sol.
Lo agradeceremos el resto de la semana.



domingo, 2 de marzo de 2014

COMO ME GUSTA

Tengo 44 años (si, para bien y para mal). Echo la vista atrás y veo muchas cosas en la agenda. Unas me gustan y otras no tanto. Recuerdos que hacen reír y otros que hacen llorar. Tengo cicatrices en el cuerpo, en el ama y en el corazón. Recuerdo fotos, excursiones, trabajos y celebraciones. Tardes de lluvia y siestas en la piscina. Tengo soledades y compañías. Lágrimas y risas.

Todo lo doy por bueno. Todo menos cuando me dejé llevar. Cuando no fui fiel a mi misma.

No me malinterpreteis. Muchas veces me ha dado igual. Puede que me gustaran todas las opciones. Playa o montaña, norte o sur, en tu casa o en la mía. No hablo de esas ocasiones.

Hablo de las otras. Esas en las que callé, en las que mi opinión me guardé. Aquella vez y la otra, y la otra y la otra, en las que hice lo que los demás decidieron, lo que "hay que hacer". Cuando hice las cosas "Como Dios manda". Mientras veía como mi ánimo se encogía o cómo un instante de felicidad se alejaba.

Soy mujer. Soy frágil y fuerte. Soy clara a ratos y un marasmo de dudas al siguiente. Soy alegre, justa, un poco más solitaria de lo que pensaba… Y muchas cosas más.

Y quiero seguir siendo yo. 

Así que si. Cambié la plancha por un largo paseo por el campo. Hay un zapatilla viuda en una esquina del salón. Si quiero escribir puedo hacerlo en cuaderno o en la red. No tengo la casa puesta para las visitas. No tengo un salón para lucir y quizá las cortinas no terminan de cuadrar. El maletero del coche está desordenado, pero me lleva a la nieve, al golf o al rastro.

Lo reconozco, algún calcetín no está emparejado y los bajos de algún pantalón se quedaron un poco "de aquella manera". Busco trabajar como me gusta (dentro de cómo me dejan) y en lo que me gusta. No suelo mantener amistades que no siento como tales. No quiero mentir, así que ojito cuando me pidas opinión -aunque ahora puedo ser más diplomática-. 

Quiero vivir como me gusta a mí. Que puede que sea como Dios manda, o no. No tengo que estar en guerra con todos los demás, sólo quiero cancha y respeto.