miércoles, 26 de diciembre de 2012

NAVIDADES DISTINTAS

Todos, una vez al año, como mínimo, pensamos en cómo serían unas Navidades diferentes. Sin tener que juntar a toda la familia, ni una cena de emperadores, y con más horas de las que dedicas habitualmente a comer en todo un día.

Y eso, siempre que hablemos de reuniones familiares alegres, sin tensiones, sin borrachos con mala borrachera. Porque todos conocemos, o somos, de esas familias que no se hablan el resto del año. Y pregunto ¿Si no hay motivación suficiente para compartir, por qué obligarnos al mal rato? Y eso que servidora tiene una familia que nunca ha discutido en festividades familiares. Que sólo soy observadora de lo que sucede en familias a mi alrededor.

Unos que si por la abuela, que dice que puede que el año que viene no esté -y ya lleva diciéndolo siete años- o por los niños, que luego se pelean y se te suben a la chepa de pura agitación. O porque es lo que toca. O... Cada uno conoce una excusa más o menos original.

Para los que se lo pasan teta con la familia ¡Genial! Una excusa más para reunirse, para reír, para charlar, para recordar, para cantar, jugar o bailar. Pero el resto ¿Por qué?

Servidora, este año, cambió de planes. Arrobita, la perruca y servidora nos fuimos pa'Francia. A pasear entre desconocidos, cenar lo que nos dio la gana, ver la tele y pasear por la playa. Y, qué queréis que os diga ¡Genial! 

He disfrutado, descansado, dormido, reído, paseado, dormido, visto pelis de dibus, etc. Rompiendo con más de cuarenta años de tradición familiar.

Y me ha sentado estupendamente.



domingo, 9 de diciembre de 2012

YA HUELE A NAVIDAD

Ya se encendieron las luces del centro de Madrid -y de algunas zonas del extrarradio, esas que todavía deben tener presupuesto-. Ya se atiborran los escaparates de guirnaldas y pelotas, digo bolas. Y en la radio nos hablan de lo bueno que es poner árbol de verdad y español -¿Os dais cuenta de que la publicidad ahora recalca que "es español" todo lo que se anuncia?-. Porque los de los chinos son chinos, son de plástico y contaminan una barbaridad.

Y, como sucede de manera inevitable cada año, en la familia se pronuncia la pregunta lapidaria "¿Y qué vamos a hacer en Navidad?". Entran en juego los distintas opciones, las distintas ganas de juntarse, de aguantar/compartir con la familia. Las cenas, la marabunta humana por doquier, las ganas de desaparecer o de ir por ahí cantando villancicos a pleno pulmón.

Reconozco que me gusta la Navidad. Porque mostramos un poco lo que deberíamos ser el año entero, o porque me encanta encontrar los regalos que agraden, o juntarme con la familia. Pero también reconozco que todo en exceso cansa.

Aunque no hay que olvidar que somos una familia. Y arrobita no ve las cosas del mismo color.  

Así que, como durante el resto del año, la base de todo es el diálogo. Hablar, explicar, llegar a un acuerdo. Un poco de aquí, un poco de allá. Porque elegimos pareja, pero la familia política - como la propia-, no ha podido seleccionarse.

Aunque, ¿Quién sabe? A fin de cuentas, creo que nuestras familias tienen mucho bueno. Lo malo son detallitos que se pueden superar. Y así lo haré. Por tanto, disfrutaré la Navidad, disfrutaré de la familia, los amigos, los regalos -si, se puede regalar todo el año y, por eso, también puedo regalar en estas fechas-. Y, sobre todo, disfrutaré de cada día con arrobita.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

LO QUE SOY

Ahora mismo, el sol se cuela entre las cortinas del gimnasio y me quedo abstraída unos segundos dibujando sombras en la pared. Porque eso me gusta, eso hago, imaginar, dibujar, construir en mi cabeza. Aunque sólo sea por unos instantes.

Porque, a fin de cuentas, qué soy. Una mujer hecha y derecha. Una contadora de historias breves. Humorista a ratos, guionista frustrada. Una viajera de nube en nube, del color de amanecer al color de puesta de sol.

Soy fisioterapeuta con pundonor, con ética y más experiencia que conocimiento.

Soy calígrafa embrionaria, cocinillas a ratos, paseadora a tiempo parcial. Hija y hermana a jornada completa. Familiar en su amplio sentido de la palabra. Amiga de mis amigas y un poco cotilla.

Habilidosa con la palabra y torpe con multitud de cosas. Aprendiz de todo y maestra de nada.

Soy media cama caliente y media cama fría. Soy noche hambrienta y día de esperanza. Estrella fugaz entre momentos que no se olvidan.

Todo eso y más. Pero qué es "todo" si no fuera por ti. Pues sólo sería la mitad de todo lo que puedo ser. Yo misma con menos lustre, con un poco más de frío y un poco menos de palabra. Con más tiempo y menos caricias. Con más espacio y menos compromiso.

Sin ti, soy Yo. Pero con menos colores y alguna arista de más. Con tanto futuro, pero más solitario. Un pelín menos feliz, un poco menos amada, algo menos comprometida. Hambrienta de ti, sin conocerte.

Sería abogadita de causas pobres y maldecidora en la intimidad.

Sería igual, pero menos yo. Sería el reflejo de mi, en un cristal con vaho.

Y yo quiero ser lo que soy. Y lo soy gracias a ti.