viernes, 23 de noviembre de 2007

De vuelta al siglo XXI

Soy una chica moderna, progre, concienciada. Hice mis buenos propósitos con un puñado de tierra en la mano elevada al cielo y con la mirada perdida. Intenté ser neoecologista y rústica de pro. Consumir menos, colectivizarme, disminuir la contaminación y no favorecer para nada el calentamiento global.

Pero he caído de nuevo en la tentación. La carne es débil y, por proporciones, yo más. He sucumbido a los males de la sociedad moderna, a la comodidad, el individualismo, el consumismo y no se cuantos "-ismos" más.

Cedí en la compra de una nueva caldera. Para que el agua caliente volviera a salir por la cascada habitual que es el grifo, y el aire se calentara a mi alrededor. Caí también en el individualismo y pedí un coche prestado para mis desplazamientos diarios. Y, en el colmo de la depravación capitalista del nuevo milenio, he arreglado mi coche.

... Si, lo reconozco ante todas vosotras: Vuelvo a tener caldera - y de esas que no apaga ni un ciclón- y coche - de esos que siguen sangrandote con arreglitos -.

Al menos, no tengo que ir con la perola hasta la bañera. Que lo ahorrado en caldera se me escapaba por el micro y la vitro.

Tampoco tengo que andar con aquello de "Estooo ... Yooo... Queridísima hermana... ¿Verdad que no vas a necesitar tu coche?" o "Anda, mi mega-super-mejor amiga del alma... ¿Te he dicho ya cuánto te quierooooo?... ¿Vas a necesitar tu coche? ¿verdad que no?¿Verdad que no?

Así que, señoras, señoritas, Amor -por si me lee-, ya he vuelto al maravilloso mundo de los atascos y el espejo del baño empañado... Y encima tengo pilas para todos los mandos a distancia de la casa ¡¡OLEEEE!!

VIVA EL AGUA CALIENTE,
ABAJO EL RECHINAR DE DIENTES.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Cuando te pierdes


Algunas mañanas estás a mi lado. Algunas veces, tan cerca, que te miro por dentro de mi piel. Otras, aún estando ahí, te escondes cabizbaja en un pliegue inocente.
Te busco con la mirada. Necesito cerrar los ojos para verte. Porque saber, te se dentro de mi. Pero desde tus ojos, estoy fuera. Aunque esté en tí.
Y te me escurres entre los dedos, como el agua, imposible de contener.
Siento entonces unas pequeñas punzadas. Justo en el lugar que ocupas bajo mi piel. Alfileres que señalan tus conquistas en el plano de mi cuerpo y en el mundo que es mi corazón.
No es que te alejes, que abandones tu tierra. Sólo te escondes. Y me siento fuera de ti.
Volverás a mi, como siempre, tras pasar los nubarrones. Te pierdes para volver un instante después.
Yo esperándote, con la sonrisa de fiesta y el abrazo de pasión. Sentiré poco a poco desaparecer los alfileres. Porque vuelves, aunque nunca te has ido.

jueves, 27 de septiembre de 2007

El vídeo más versáltil.

Buscanco unos vídeos, me he topado con este gran ejemplo de la versatilidad de algunos. No os pongo todos pero si una muestra. Me sorprendo contínuamente con la especie humana. Porque nunca se me habría ocurrido hacer esa coreografía y después ver qué sucede si le cambias la música.
No son lo que buscaba, pero no me he podido evitar -no he querido- haceros partícipes de esta curiosa multiversión.
A disfrutar, que son dos días.














martes, 25 de septiembre de 2007

Vértigo

Dos meses en la más alta de las norias. Y ya no se por dónde se sube y por dónde y cuando se baja. Tras un verano accidentado, un broche final inesperado me ha hecho perder el equilibrio y sentir vértigo.

Con frecuencia he soñado que tenía vértigo, que no podía fijar la mirada o que mis ojos se cerraban irremediablemente. Todo sucede mientras hablo, camino, trabajo o bailo jotas aragonesas. En ese momento, lo explico en base a la situación personal, laboral y/o emocional que esté viviendo.

Bueno, pues ahora me pasa todo junto y sin estar dormida. Aunque si puede que este algo atontada (o gilipollas que dirían algunas). Y no hablo del coche churrascado en lo más profundo. Ni de la caldera, fallecida en acto de servicio. Ni tampoco de la puerta blindada que hubo que joder-que-cara-cambiar. Ni mencionar la subvención perdida, por vivir en Babia (desde aquí un saludo a la norteña y linda comarca).

A todo esto ya estoy acostumbrada. Y no, no tengo síndrome de calimero. Las cosas han decidido, por unanimidad, pasarme todas juntas. Pues nada, a pasarlas toca.

Lo que más vértigo me da es el corazón. Y no hablo de fisiología, patología y demás. Mejor obviar eso también. Hablo del otro corazón, el que realmente tiene vida propia. que ha vuelto a engancharse de un igual. Le ha cogido por una aurícula, le ha tocado el culo -queda al nivel de los ventrículos, para vuestra información- y le ha hipnotizado para que sólo lata por mi.

Ahí, todo chulito. Llegó, vió y venció (bueno, más o menos).

Pero, de pronto, ha mirado hacia atrás y se ha sorprendido por lo que ha hecho sin darse cuenta. Y se ha quedado con la válvula abierta de par en par. Con pulsos temblorosos ha vuelto la mirada hacia sí mismo. Y la sensación de vértigo -casi olvidada- renació en toda su amplitud e intensidad.

Llegaría, vería y vencería. Pero, cual caballo de Troya, también se infiltraron en él y le tomaron al asalto.

Ya no late chulito, babea. No se contrae en una sístole fisiológica, sino en una sorisita medio boba. Bombeo alegría, miedo, felicidad y ansiedad a partes iguales. Y mis pies ya no me sujetan. No paro quieta, ni física ni mentalmente.

Me digo que no y que si. Miro al pasado e intento que se quede allí. Y muevo la boca y susurro lo que no me atrevo. Hablo, te hablo, con los ojos y las manos. Me sonrojo como una colegiala. Y el vértigo de la velocidad me hace frenar. Pero me doy una colleja y recupero la velocidad.

Ser natural.

Vivir.

Disfrutar.

Mirar al futuro a cuatro manos y sonreir.

Es lo que toca... Y que toque sin parar.

viernes, 17 de agosto de 2007

Volviendo a mis orígenes... y los tuyos..y los suyos...

Todo ha comenzado de una manera silenciosa... Pero muy visible. Tanto como la columna de humo que nacía en mi coche.

Empezó por el descubrimiento de la idoneidad del transporte público. Olvidar el calamitoso y contaminante avance que supone tener coche propio. Descubrir los beneficios del desplazamiento a pie, que olvidamos con tanta facilidad.

Seguimos por romper las barreras de la propiedad privada. Es decir, rompiéndose la cerradora-cuesto-un-ojo-de-la-cara, de la clínica. Y el estímulo que supone el trabajo en equipo -¿Creíais que estábamos en una sociedad individualista?-. Pues no. Recogemos el testigo de la retro-evolución y, como antaño, arrimamos el hombro por los demás. Es decir, los demás arrimaron el hombro al mío. Y entre todos, algún paciente incluido, arreglamos la puerta como pudimos. Aunque nadie me libró de aligerar mi bolsa de moneditas de manera importante -eso no cambia, por los siglos de los siglos-.

Y ya vamos por las victorias en el hogar. Es decir, estoy superando el mundo civilizado de las comodidades mundanas. ¡¡Fuera el agua caliente!! Y si fuera invierno ¡¡Fuera la calefacción!! ¡¡Arriba el barreñito y el calentar agüita!! Nada como que se muera la caldera, para descubrir que tampoco es tan vital.

Lo que todavía se me resiste es la electricidad. A ver si lleno de dinamos la casa y a tomar vientos Endesa, Iberdrola y todas las demás.

viernes, 3 de agosto de 2007

Pues ahora, no me da la gana.

Ya estoy empezando a recibir noticias de la evolución de mi coche. Y, como no gozamos de seguridad social para autos, la mejoría se mide en euros.
Bueno, pues entre pitos y flautas, nos vamos ya a por el medio kilo, digo 3000 €. Y eso, sin tener seguro que viva para envejecer conmigo. Y me pregunto ¿Realmente me merece la pena?
Cuando le relataba dichas cuitas a mi amiga Roser, estuvimos enumerando todas las cosas buenas que se me avecinan, por utilizar el transporte público - en sus diversas vertientes -. Si, si que tiene aspectos positivos:
  • Ahorro mensual de gasolina.
  • Ahorro anual del seguro y del impuesto por desgastar las calles del ayuntamiento.
  • Despreocupación por robos y vandalismos varios.
  • No desaprovechamiento de la famosa última copa del conductor.
  • Aumento del gasto energético de mi propia persona.
  • Estilización de la figura.
  • Aumento de los conocimientos a través de más tiempo para la lectura.
  • Nuevas amistades.
  • ...

Así que ahora, aprovechando esta oportunidad que se me brinda. NO ME DA LA GANA. No quiero buscar bajo las piedras los dineros. ¡¡VIVA EL TRANSPORTE PUBLICO!!

"...Caminante no hay camino,

se hace camino al andar..."



miércoles, 1 de agosto de 2007

VIVA EL ABONO TRANSPORTE



Como trabajadora de la Comunidad de Madrid, tengo el apreciado abono transporte todo el año. Y como era de preveer, no leo he valorado en su justa medida. Lo he infravalorado. Le he relegado al fondo sur de mi cartera. Lo usaba en contadas ocasiones, quizá sólo para lucirlo un poco. Como a esa amante tonta pero bonita de las películas de mafiosos del blanco y negro.


Pero como siempre, el tiempo nos pone en nuestro lugar. Ayer, nuestra relación tuvo un nuevo impulso. El destino hizo que lo mire con alegría. Con la felicidad de quien descubre un billete de 20 € en el bolsillo de una chaqueta olvidada.


Ayer, cuando volvía de un trabajo, e iba cantando al otro curro, el destino se cruzó en mi camino. En forma de humareda blanca. Como si de un "habemus papam" se tratara. En cuestión de segundos, de envolverme el calor -por la conocida falta de recarga en mi aire acondicionado-, me envolvió el espíritu divino que ilumina las altas esferas de la Iglesia. Miré por el retrovisor y vi que el tubo de escape, exalaba a toda leche humo blanco. En unos segundos, todo el coche había desaparecido envuelto en humo. Jamás salí tan ràpido del coche. Rezando porque a ningún tarado se le ocurriera pasar en esos momentos de visibilidad cero, y me llevara por delante.


Una vez fuera, y como aquello no paraba, recordé que sería bueno apagar el motor, aunque cualquiera se acercaba a aquella nube nívea que se elevaba hacia el cielo. Me armé de valor, ante los ojos atónitos del conductor de atrás, y volví al coche, apagué el motor y me llevé la llave.


Para mi sorpresa, el coche seguía a su bola. Emitiendo un sonido que bien podía ser el final de la cuenta atrás. Sin banda sonora adecuada, sin superhéroes que me salvaran y con una muda cola de coches tras de mi, no atinaba a saber qué paso dar. Convencida como estaba de que mi coche en breves momentos saltaría por los aires en una estupenda bola de fuego, como que no encontraba el valor suficiente para volver a acercarme.


Cuando se "jarto" de berrear como un cochino y escupir humo blanco como nitrógeno líquido, se paró. Y, de entre la humareda volvió a resurgir el color y el contorno de mi coche. Pero sólo pude sacar la documentación del coche para llamar al seguro. Entre mil papeles acumulados que apenas he usado. Sin saber muy bien qué hacer y no queriendo pensar en lo que todo esto suponía, intentaba explicarle a la señorita del otro lado del móvil -cuando por fin escuché una voz humana-, que en la carretera de La Fortuna no hay ni un maldito punto kilométrico, que si no le parecía suficiente referencia la entrada del aeropuerto de Cuatro Vientos.


Mientras trataba denodadamente de hablar el mismo idioma de la señorita -creía ser uno de los de cruz y raya-, me quedé estupefacta. Los bomberos hicieron aparición. Media docena de fornidos y protegidos machotes (-otes, si, ¡ays! ni una -ota) se acercaron al coche a preguntar qué había pasado, mientras buscaban el fuego por todas partes. Muy amablemente retiraron de la carretera el coche -ni que decir tiene que yo no quería ni tocarlo-.


Y ya, para que el círculo se completara, un coche de la esforzada policía municipal. Por enésima vez expliqué lo acontecido. Entre ellos, se miraban y murmuraban algo del "turbo", del motor, de avería, de "minimo" 2000 € de arreglo... si es que había arreglo... Palabras que, cada vez que su eco me llegaba, hacían que se me encogiera un poco más el corazón y un mucho el bolsillo. Afortunadamente no apareció una ambulancia y media docena de UVIs móviles. Porque entonces si que me desmayo.


Poco a poco desfilaron todos los esforzados machotes, mirándome con cara de pésame. Y repetían el consabido "Podía haber sido peor". Y me aconsejaban esperar a la grúa a la sombra -¿Qué sombra?- a la grúa.


Allí me quedé con el coche, el sol de justicia y la hora que no pasaba. Pensando en que si no tenía arreglo, me había quedado sin coche y con 5 mensualidades del crédito todavia por pagar. Y si tenía arreglo, sería con tantos ceros que... que me había quedado sin coche y con 5 mensualidades del crédito todavía por pagar. 5 mensualidades y sin coche. Y un calor de justicia. Y sin un perrito que me ladrara. A 31 de Julio -según dijeron por la radio, en plena operación salida-.


Tras un rato en una minúscula sombra, me animé a entrar en el recinto del aeorclub, dispuesta a encontrar unos aseos, una fuete o una manguera. Lo que fuera por acceder al santo Canal de Isabel II. Menuda cara debía llevar, dos amables camareras me regalaron una botella de fresca agua liviana. Así que me fui a una minisombra pegada al aeroclub, en mi eco-botellón solitario.


Así que ahora, mientras me hago a la idea de las noticias del taller y tonteo con mi abono transporte para ver si me lo camelo, me han dejado unos días un coche. Que con esta calor, nunca lo agradeceré lo suficiente -este si tiene aire acondicionado-.


Bueno, más se perdió en Cuba y volvieron cantando -claro que ayer no opinaba esto para nada-.

jueves, 19 de julio de 2007

Holandesa total


He vuelto. Como la falsa moneda. Como el asesino al lugar del crimen. Como el turrón el Almendro. Como las golondrinas. Como la hija pródiga... Resumiendo, que he vuelto. He descubierto Amsterdam con la familia. Nada como viajar con la familia.
Ahora se que Chimpum no es el aeropuerto de Amsterdam (Schipol, que se pronuncia como si tuvieras... ganas de expectorar y te costara arrancar ¡Dios mío! Sin escupir, que os estoy viendo). Y que el punto gay de información (pink point) no es pim pon. Pero bueno, yo me entiendo.

También he descubierto que las azafatas guapas también tienen conversación y que pueden hablar conmigo. Hablar en la intimidad de la cola del avión... Si obviamos a mi hermana y a la otra azafata que no se enteraba del nodo... pero alegraba la vista.

Que sepais que las bicis, no son tan inocentes. Tras pasar unos días entre ellas, como si de un safari por Kenia se tratara, he descubierto la realidad. Con ese aire ecológico y simpático, de víctimas de loas malos malosos de los coches, esconden una mente criminal y silenciosa. Te atacan cuando cruzas, cuando estás en el semáforo y cuando no. Calle arriba o calle abajo. Miras el nombre de una calle, para ver si vas por el buen camino y zas "¡¡¡CUIDADO!!!" Es el grito horrorizado de tu familia, al ver peligrar tu integridad física.

También he descubierto la oculta afición de mi madre por las medidas. Por las medidas del suelo. Ya el primer día manifestó interés por las dimensiones de los escalones y de la moqueta del hotel. Por lo que se acercó para observar con detenimiento. Pero como somos unas snob, le dijimos que dejara esos hobbies bricolajeros para la moqueta patria (la sanidad española la conocemos más, por si acaso). Por lo que nos tenía en un sinvivir con su equilibrio "creativo".

He confirmado que soy hija de mi padre y que él lo sabe (ya sabeis lo que se dice de los padres). Porque un día le dijo a mi madre "Controla a tu hija -por mi hermana-, que a la mía -por mi- ya la tengo yo controlada". Ays, qué tranquilidad. Parece que no le importa. jejeje.


Como no estamos acostumbrados a pagar tanto por la entrada a los museos... Bueno, es que no solemos ver diez mil en el mismo día. Mi familia adoptó un nuevo plan estratégico. Ir vamos todos a la puerta de todos y cada uno de los museos. Pero sólo entraba el verdaderamente interesado. Y, a la salida nos hacía una breve exposición al resto.

Y he tenido el placer de saborear el maravilloso mundo de la cocina holandesa (a falta de otros sabrosos placeres). Esta amplia cultura culinaria consiste en que... no existe, como la inglesa (dicho por ellos mismos). Nos costó encontrar un restaurante autóctono. Incluso los tienen que identificar con un logotipo. No me imagino si nosotros tuvieramos que informar "restaurante/bar español", no se con una bailaora en una placa. No habría pared suficiente en las calles españolas. El caso es que pasé por mexicanos, italianos, españoles -que los hay y la morriña es mu mala-, franceses y... 1 holandés. Cuya placa era en lugar de un holandesito y una holandesita ... dos holandesitas. Y yo dije "Este, este, fijo que se come estupendamente..." Y coló. Tuve una tentación: "Camarera, quiero un café, largo de café, corto de leche. Con la leche fría. En vaso de caña y dos de azúcar". Pero lo resumí en "guan cofi guiz milk". (Ays, bn siempre estarás en nuestra memoria colectiva).

Pero lo mejor de viajar en familia, es la diversión nocturna. Nada de bares tonteando con alegres extranjeras. Nada de aburrirse en una discoteca llena de macizas holandesas. Olvídate de la presión de ligar con ésta o con aquella. No te castigues el hígado con alcoholes varios. Lo mejor, lo más apasionante, intenso, salvaje y peligroso es... jugar al parchís. Porque, como todo el mundo sabe, en el parchís y en la guerra, todo vale y no hay lazos familiares que aguanten. Tus padres olvidaron aquello de dejarte ganar ¡¡Esto es la guerra!! No pudimos soportar la presión... al día siguiente nos pasamos al chinchón.

No os aburriré con mi visita al mercado de las flores. Allí era feliz. entre tanta semilla, tanta flor - y de las de las flores también- , tantos bulbos (B-U-L-B-O-S Jodías, que ya estais sonriendo) y su tienda de decoración... Navideña (no, no me pidais explicaciones, cosa de holandeses).

Os contaría más cosas, pero he separado la vista de la pantalla y ya no he visto a ninguna despierta. Así que dejo de hacer ruido con el teclado.

ZZZZzzzzz.




lunes, 11 de junio de 2007

Caipiriñas varias

Dispuesta a continuar con el estudio iniciado en días pasados, he reunido al equipo de trabajo y nos hemos puesto manos a la obra. Nos hemos documentado -es decir, hemos pillado los flyers del 2x1- y nos hemos ido al laboratorio.

El estudio va por buen camino. Hemos establecido una comparativa mojito/caipiriña. Y el proyecto se detiene. Los parecidos son importantes, las dudas grandes. La hipótesis de mojito for ever se tambalea. Pues la caipiriña guarda interesantes variantes y un potencial por descubrir.

Es por ello, que nos vemos en la obligación, de repetir las pruebas. Pero esta vez, intentaremos contar con nuevas colaboradoras. De conocimientos probados y curriculum envidiable. Este próximo finde, nos juntaremos. Haremos unos nuevos experimentos y las discusiones oportunas. Todo alrededor de unas buenas copas,..., digo probetas -jo, como estoy, debe ser de tanto trabajar-.


Como el trabajo parece ser más complejo de lo previsto inicialmente, he pedido a una gran doctora extranjera -Villajollosa de los infantes beodos city- que nos participe sus estudios y nos ayude a clarificar las dudas. Os dejo su última clase. Yo la reviso con frecuencia, siempre encuentro datos nuevos.

Ays, esto de la investigación es tannnnnnnnnnn absorvente...

viernes, 8 de junio de 2007

Tengo mis razones


Sabes que mi mente inquieta no descansa. Tu ausencia, por breve que sea, le hace moverse más. No se por qué vericuetos marchó. Ni detrás de qué salió corriendo. Sólo se que me llevó a un frondoso claro. Un lugar íntimo y cálido. Una pradera protegida de la mirada de extrañas. Donde quedé apabullada por la decoración. Innumerables razones para esperarte. Y no te puedo decir cual es más importante. Es más, todavía no terminé el recuento.
Bueno, te participo aquellas que cuelgan más cerca de mi vista, aquellas primeras que puedo rozar con mis dedos sorprendidos:
  • El sol al caer la tarde.
  • Mi almohada.
  • Los kit kat.
  • Un recodo del riachuelo de nuestro mundo.
  • La luna en cuarto creciente.
  • Los bailes.
  • Las palomitas.
  • Los paseos por la playa.
  • Tu risa.
  • La salud de mi corazón.
  • Las gotas de nuestro sudor.
  • Tus besos y mis labios.
  • Mis manos y tu piel.
  • Nuestro hueco en el sofá.
  • Toby.
  • El batir de alas de nuestras hadas.
  • El km 0 de la Puerta del Sol.
  • La música en castellano.
  • Los viajes en moto.
  • Los fines de semana de escapada.
  • Los copos de nieve.
  • Mi deseo por ti.
  • Mi trocito de tu corazón.
  • Cada amanecer.
  • La estrella fugaz que se lleva mi deseo.
  • El rumor del río.
  • Las canciones en el coche.
  • La siesta.
  • Las chicharras en verano.
  • Los tréboles.
  • Los botones de tu camisa.
  • El crujir de la nieve bajo tus pies.
  • Los duendes.
  • Todos los inviernos.
  • Los próximos veranos.
  • Las olas.
  • El volar cometas.
  • Frases tatuadas en la arena de la playa.
  • Mis palabras gastadas.
  • Las primaveras pasadas y las que están por venir.
  • Los otoños con sus hojas doradas.
  • ...

En cualquier momento, me ausento, y recojo otro cesto. Mientras sonrío y las miro una a una. Las reconozco, las hago realmente mías. Me lleno del aroma de tu cuerpo en cada una. Reconozco en su tacto, tu piel. Y en todas tu calor.


domingo, 3 de junio de 2007

Mojito

La verdad es que el mundo de la coctelería me llama la atención. Pero, tras un momento de introspección he decidido que sólo en parte. La parte de "me pone un mojito, rico, rico". Y ese momento fue justamente ayer. Mientras observaba como hacían mi mojito. Mi primer mojito. Y el segundo. Y el tercero. Y... Bueno, que hice una gran noche de introspección.
Tema interesante el de la coctelería, ya os digo. Puede que el finde próximo estudie en profundidad el capitulo dos de la coctelería. Vease "El apasinante mundo de las caipiriñas. Presentación, forma de ingesta y cantidad adecuada para mi cuerpecito".
A lo largo del verano puede que presente una tesina. Pero necesita mucho estudio. Mucha hipótesis. Pruebas... Uf, no se si podré volver a escribir... O sencillamente, escribir de manera coherente.
Me han dejado un vídeo. Voy a estudiarlo.


sábado, 26 de mayo de 2007

Días de lluvia

Como saben todas las madrileñas, castellanas y de gran parte del país, este mes hay grandes descuentos si adquieres días de lluvia.

Pero no de una lluvia infame de las que no sabes si llamar lluvia o suave sudor. No, no, lluvias de las buenas. De esas que, como el primer amor, te calan hasta lo más hondo. Lluvias modernas con impresionante aparato eléctrico que, a estas alturas, supongo ya digital.

Aquí en madrid, porque somos así de chulas (sólo nos ganan las de Alcazar de San Juan), hemos comprado los packs de ahorro. Por cada tres días de lluvia unas aletas. Y por cada semana una zodiac.

Ya tengo mis aletas en seis colores -los de nuestro arcoiris-, para combinar con todo mi armario. Incluido el famoso fondo del mismo. Las zodiac se sirven sólo en negro. Que es muy elegante y, además, me hace más delgada.

Aquellas que no disfruten con este nuevo abanico de posibilidades deportivas de ciudad -rafting por la Castellana, descenso de cañones por la Ronda de Segovia...- les aconsejo que revisen sus actos o planes. De todas es conocido que existen hechos, planes o acciones, que alejan/atraen la lluvia a nuestros tiernos cuerpecitos.

Tomen buena nota. Y si conocen más atrae/rechaza lluvias, que nos lo participen a todas las demás a la de "YA".

Dentro de lo que denominaremos imanes de lluvia, me constan:
  • Eventos religioso-festivos: Bodas, bautizos, comuniones.
  • Trajes de alpaca.
  • Días de campo organizados con mucha antelación y con la comida hecha.
  • Lavar el coche.
  • Olvidar el paraguas.
  • Decir o pensar "Total, no creo que llueva".
  • Fiestas en la playa.
  • Barbacoas.
  • Ir a tu concierto más deseado
Y dentro del grupo de repele lluvias:
  • Danzas rituales tipo.
  • Llevar huevos a las monjas clarisas.
  • Tener que arreglar el jardín, sin muchas ganas.
  • Excursiones con la suegra o la cuñada plasta.
  • Sacar al santo de turno en procesión.
  • Llevar paraguas.
Bueno, si alguna sabe más que nos lo cuente.

Ahora os dejo un par de vídeos para que se os escape una sonrisa. Sobretodo a aquellas que sufren la modalidad de lluvia/no lluvia que no es lo que desean.



lunes, 21 de mayo de 2007

El último día (y III)

Caminasteis bajo las estrellas. Ella reía y hablaba y te hizo olvidar que era vuestra última noche. Esta noche sería eterna, colgada de su boca. No podías imaginar un lugar mejor. Poco a poco llegasteis al principio del puente donde quedasteis la primera vez. Pero no te diste cuenta hasta que ella paró. Miró a su alrededor, caminó un poco más y se apoyó en la balaustrada.

Por un momento se separó de ti y miró hacia el río. Al alejarse, sentiste todo el frío de la separación. Todo el frío del invierno que ya caía. Te sentiste desolada. Era el fin.

Te había llevado allí para despedirse. La tristeza se abalanzó sobre tu corazón. Ella, de espaldas, se alejaba a marchas forzadas de tu corazón. No sabías hacia donde mirar. Te volviste hacia la otra orilla. Viste el reloj de la iglesia de Santa Ana. Faltaba un minuto para las cinco.

En aquel reloj contaste los minutos y los segundos el día que os conocisteis. Mirando aquella iglesia, rezaste porque apareciera. Por no quedarte sola, como una tonta, el primer día. Los ojos luchaban por no anegarse de lágrimas. Tocaba el reloj las horas. Con cada campanada se acercaba el último latido de tu corazón. Ya no había frío. Ya no había invierno en el exterior. Tu corazón yacía inerte en medio de tu pecho.

Una, dos, tres campanadas. Cuatro, ya llega el fin. Cinco. No pudiste mantener la mirada en el campanario un segundo más y bajaste los ojos a tus zapatos.

¿EH? Alguien pregunta por tí. Te giras sorprendida. Un chico, con un montón de granos adolescentes, os mira alternativamente a las dos. Por el rabillo del ojo ves que ella cabecea sonriendo, hacia ti. No entiendes nada. El chico se acerca sonriendo también. Casi dirías que su sonrisa es traviesa. Sabe algo que tu desconoces.

Entonces te fijas en sus manos. Lleva un precioso ramo de flores en las manos. No te lo puedes creer. Se acerca un adolescente, con un inmenso ramo de flores, hacia ti. A las cinco de la mañana en un puente desierto. No sales de tu asombro. Un poco lenta de reflejos, asientes con la cabeza cuando repite tu nombre. Te da el ramo y se va silbando, sin mirar hacia atrás. El ha cumplido.

Miras el ramo sin entender una palabra. De pronto, recuerdas a tu chica, que se ha acercado sin darte cuenta. La miras y sonríe de oreja a oreja. Te sientes un poco ridícula. Ella mira el ramo y te descubre con los ojos un sobre pequeño. Ni te habías dado cuenta de su existencia. Lo coges, manteniendo el ramo de una manera tan torpe que casi se te cae. Ella lo recoge al vuelo y se ríe. Tu te sonrojas.

Se coloca tras de ti. Sientes su calor, no lo vas a soportar mucho tiempo. Abres el sobre y no puedes creer lo que lees. Lo relees y te oyes afirmar una y otra vez. Te oyes reír. Te sientes en pleno verano. Ella te rodea con sus brazos. Ella te abraza y te acuna feliz.


"ESTA PUEDE SER LA PRIMERA NOCHE DEL RESTO DE NUESTRAS NOCHES".

domingo, 20 de mayo de 2007

El último día (II)


Poco a poco te envolvió con su palabra, con su risa, con su proximidad. Te sentias feliz, a gusto. Como nunca antes te habías sentido. Tu brazo, en algún momento, se había deslizado por su espalda y la abrazaba con una familiaridad que provenía de más allá de una semana. Hacía mucho rato que el frío había dejado de sentirse, aunque la noche avanzaba inexorable. Su calor atravesaba toda la ropa que os separaba. Es más, tenías calor. Dentro de ti, algo ardía. Pero no querías prestar atención. Total, para qué.
Antes de llegar al puente, te hizo parar en aquel pequeño café, donde habíais pasado horas. Hablando de lo humano y lo divino, hasta altas horas de la noche. Sin preguntar, pidió por las dos. Como si siempre lo hubiera hecho. Como si fuera lo más normal. Como si os conocierais desde siempre. Bueno, era fácil, chocolate. Chocolate con nata para dos. Descubrísteis el primer día que a ambas os volvía locas. Entre risas, dijo que era un sustitutivo del sexo y casi te sale un sorbito de chocolate por la nariz. Incluso te pusiste roja. Pero ella no se aprovechó, no apretó las tuercas aprovechando tu embarazosa rubicundez. A fin de cuentas, os encantaba a las dos. Eso dijo. Cuando os quisisteis dar cuenta, los camareros miraban de reojo sus relojes y bostezaban discretamente. Os habíais quedado solas. Como ya había sucedido en ocasiones anteriores. Los camareros permanecían discretamente alejados y os miraban sonriendo. Lo notaste en varias ocasiones. Y te sentiste culpable. Puede que se dieran cuenta de la adoración y el amor que sentías por aquella mujer. Quizá te entendían. Aquella mujer no podía dejar impasible a nadie. Serían sus ojos. Sería por su sonrisa. Sería por su forma de desenvolverse. Por su seguridad en toda situación. Moviste la cabeza, para alejar todo pensamiento y volverte a concentrar en ella. Nada más merecía la pena esa noche. El mundo podía desaparecer y te parecía una nadería. Ella estaba allí, contigo. Como si de un resorte se tratara, se levantó de un brinco, dando por terminada la velada del chocolate. Te alargó la cazadora y te ofreció la mano, para recogerte bajo su protección. Se había dado cuenta de lo ligera que ibas de ropa y se había tomado como un deber vital, el resguardarte del frío.

viernes, 18 de mayo de 2007

El último día (I)

Hacía frío, no te habías dado cuenta. Siempre te pasaba igual, pensabas que era suficiente ropa y te quedabas corta. Y estabas helada en la parada del autobús. Sin embargo, si volvías a casa, no llegarías a tiempo. Y eso si que no. Antes pillabas una pulmonía.
Así que, te dedicabas a pasear arriba y abajo, por detrás de la parada del autobús. Mirando de soslayo el final de la calle. Deseando que apareciera el rojo característico. Ese autobús que, por última vez, te llevaría a ella.
Recordarlo se clavó a traición, como una flecha lanzada desde la distancia. Y te encogiste un poco más. No por el frío, sino por el dolor de esa realidad. Puede que no os volvierais a ver. Lo más seguro.
La ciudad no volvería a ser la misma sin ella. Sin la persona que te obligó a levantar la vista del suelo, de tus papeles, de tu mundo. Que te mostró tu propia ciudad. Su luz, sus parques, sus calles, su bullicio. Sus rincones, ahora los más queridos para ti.
Nada volvería a ser igual. Y ella se marcharía sin saber cuanto significaba para ti. Cuanto dolor iba a quedar pegado a su recuerdo. A su ausencia. No le habías dicho nada y ahora, cuando la separación era inevitable, te arrepentías mil veces por haber callado.
Bueno, aprovecharías esa última jornada. Ese último paseo. Esa gran complicidad etnre las dos. Estabas dispuesta a aprovechar cada mirada, cada roce, cada sonrisa. Atesorarías todo. Porque todo eso sería lo que te nutriera hasta Dios sabe cuando.
A medida que el autobús te acercaba al destino, los nervios se acrecentaban. La inevitabilidad del deseo crecía en tu nterior. Si, la deseabas. Deseabas poder recorrer su cuerpo y no sólo con el pensamiento y la imaginación. Ardían tus manos por rozarla. Dolía todo tu cuerpo por su ausencia. No podías evitar deshacerte, cuando ella te cogía por los hombros. Cuando su mano se entrelazaba con la tuya. Lo habías descubierto la primera vez que os saludasteis. Cuando, con aquel beso, se llevó tu corazón en los labios. Tu mejilla quedó marcada a fuego. Para siempre.
No tuviste que esperar en la plaza. Su alta silueta se acercaba decidida hacia ti. Podías sentir la fuerza que irradiaba bajo aquel largo abrigo que tanto te gustaba. Una luminosa sonrisa te cegó. Siempre tan alegre, tan resuelta. Te saludó efusivamente, como siempre lo hacía. Aproximando peligrosamente, sus labios a la comisura de tu boca. Y tú te deshacías.
Quería ir al puente donde quedasteis por primera vez. Es más, al fijarte un poco más, viste que se había vestido exactamente igual que aquel día. Hacía justo una semana.
No tenías problemas para volver. Cualquier sitio parecía perfecto para estar con ella. Para pasear. Te cogió por los hombros, como siempre hacía. Con aquel amistoso gesto que tanto te gustaba. Mientras, te contaba su último día de curso. La fiesta, la comida, las risas. Había hecho amigos. Habían cruzado los correos y los móviles. Pero tú sólo escuchabas el sonido de su voz. Captabas la idea. Lo justo para poder seguir la conversacion sin parecer imbécil.

martes, 8 de mayo de 2007

Esperanza


Esperanza. Me llena la esperanza. La noto crecer fuerte y sana en mi interior. Se alimenta de ti y de mí. De nuestros latidos, de nuestras risas. Como una cría golosa, engulle chocolate de risas y mermelada de bromas. Como una hija buena, se alimenta de cucharadas de miradas y taquitos de conversación. Como descendiente revoltosa, me esconde regaliz de besos y nubecitas de suspiros.

La cuido y la mimo para que crezca con salud, con la fuerza de un roble. Le dosifico los besos azucarados, y los dulces de tus manos. Comparto con ella la sopita de tus caricias y el corderito tierno de tu cuerpo. Exprimo cada mañana nuestras palabras y le doy un zumo de felicidad diario. Me dejo engañar para que se lleve, bajo la blusa, galletas de caricias compartidas, rellenas de sueños e ilusiones.

Nada le puedo negar. Porque me mira juguetona y me dice que tú estás ahí. Que está decorando nuestro rincón. Ya me explica los huecos que va organizando. Aquí tus manos, allí mis labios. En esta esquina los recuerdos de las primeras veces de todo. En la balda de arriba la enciclopedia de las palabras que nos pisamos justo antes de reír. En la central, las fotos de nuestras yemas rozándose, de nuestras manos jugando. Frente a ella hay un sofá para nuestras tardes de palomitas. Y frente a ella la videoteca de nuestros mejores momentos, los épicos, los románticos, los de risa, los inconfesables, todos nuestros. A la derecha, la torre de CDS con nuestras canciones y nuestras palabras, las dichas, las que diremos, las que nos devuelven cada día la emoción del primero.

En el cesto del suelo, nuestros sonrojos, nuestros tímidos silencios y los borbotones sin sentido, fruto de los nervios de nuestra proximidad. En el revistero las noticias importantes que pueblan los pequeños y grandes momentos. Ella va dando forma a ese huequito que pronto se convertirá en nuestra total y completa realidad. En ese mundo que nos tiene preparado.

Siento que hoy soy la hija predilecta de esperanza. Ella es mi madre y mentora, en estas mañanas de primavera. Ella es mi hija, mi adolescente, mi apuesta de futuro. Ella será nuestra realidad. Ella es la madre que me guía y me alienta. Es la amiga que a ti me lleva. Ella es promesa.

Tú eres realidad.

martes, 24 de abril de 2007

El limbo: Se alquila local.

Posiblemente, desde esta semana, el tan conocido limbo pueda pasar a ser historia.
Os refresco la memoria. El limbo nos acompaña desde la edad media. Como solución para alojar el alma de los justos precristianos y los bebés no bautizados. Ambos grupos no contaban con pecados propios (para ello, vease infierno o purgatorio, según los méritos), pero arrastraban la herencia del pecado original (como si de una hipoteca se tratara) que les cerraba las puertas del cielo. La preocupación, lógica por otra parte, por su eterno destino dió pie a esta proposición teológica. Al menos, tendrían un lugar donde pasar la eternidad sin pena, ni gloria. Nunca mejor dicho.

Sin embargo, con los nuevos tiempos del Concilio Vaticano II, el limbo cayó en el olvido. Aunque supongo que seguiría con la rutina de los ingresos habituales. Pues no había sido abolido. Pasando a ser un lugar olvidado y vetusto, donde todavía pedían pólizas de 3 pesetas y copias por triplicado del justificante de fallecimiento sin pecados propios.

Pero ahora, una comisión internacional revisa la utilidad del limbo. Y ve, en su existencia, un concepto de salvación indebidamente estrecho (ya lo decía yo, pero nadie me hacía caso). Y van a dejar en manos de la "misericordia de Dios" la nueva ubicación de todos sus habitantes. Por tanto, pasarían directamente al paraíso. Por el artículo 33 celestial, vamos.

Por tanto, preveo un gran movimiento de personal más allá de las nubes. Pues se realizará un típico proceso de traslados.
Sin embargo, si existe la opción ¿Alguno querrá pasarse al lado oscuro del infierno? ¿Se podrá declinar amablemente el traslado al cielo?¿Irá por antigüedad o por méritos? Por allí arriba ¿Hay sindicatos?¿Se ha informado convenientemente a los compañeros?
Puede que alguna alma, de las primeras que llegaron al local límbico, prefieran permanecer en él. Puede que se vean obligados a utilizar a las fuerzas del orden celestial, para desalojarlos.San Gabriel y su equipo de antidisturbios.

Quien sabe, a partir de ahora, miremos al cielo por si se convocan movilizaciones generales en apoyo a los desahuciados. Gritándose consignas contra el gobierno del altísimo y la exigencia de la intervención del gobierno estatal, autonómico y del ayuntamiento.
Volverán las viejas consignas "No, no, no nos moverán. Del barco de Chanquete..." Uy creo que esa era otra historia.

¿Alguien sabe por cuanto se alquila el local? Como están poniéndose los pisos en Madrid, podemos montar algo en plan ocupa.

viernes, 13 de abril de 2007

Second clase

Güel, mai frens, tras la primering y aclameison primera leson, os dejo el secon video.
Creo que estoy pillandeibol el idiom. Es más, se me escapanding cada tu por tri.
Este güiquen me pongo a saco con esta nueveison class.
Fíjate, al di end, no voy a ser tan negeison con los idiomas extraños.
Primer ejercicio superado:
"Iba guan mariposita, veri japi for de garden, güen de repente "¡ZAS!" Ostionazo guay. "¡COÑO!", seid de mariposita "ai jav rota mai alita".

(Traducción: Bien, mis amigas, tras la primera y aclamada primera lección, os dejo el segundo vídeo.
Creo que estoy pillando el idioma. Es más, se me escapa cada dos por tres.
Este fin de semana me pongo a saco con esta nueva leccion.
Fíjate, al final, no voy a ser tan negada con los idiomas extraños.
Primer ejercicio superado:
Iba una mariposita, muy alegre por el jardín, cuando de repente "¿ZAS!" Ostionazo guay. "¡COÑO!", dijo la mariposita "tengo rota mi alita"). Para las de francés.



martes, 10 de abril de 2007

Ausencias


¿No os ha pasado, alguna vez, que alguien desaparece de vuestra vida, así sin más? Sin dejar rastro, sin avisar. Sin recoger, sin ordenar las cosas. Dejando sólo una línea de puntos suspensivos camino de la puerta.


Un día, a una hora, en un minuto igual al anterior, paras y te preguntas "Pero ¿Qué pasó con zutanita?". Y la pregunta sólo genera eco.


Perdido el contacto, un día cualquiera, perdido el hilo que os unía. Un día que no sabías que sería el último -por ahora-. Gracias al destino, que nos une y separa a capricho. Descubres que no tienes posibilidad de buscar, de saciar tu curiosidad.


Y tu curiosidad se queda contigo. Toda para ti. Ella con hambre. Tú sin poder satisfacerla. Como un ratón te corroe por dentro. En algunas ocasiones, le basta con un par de mordiscos. Dos pequeñas punzadas y lo olvidas. Ambas perdeis el interés.


Pero otras no. Otras no es suficiente. Es una curiosidad con hambre de mil guerras. Y no tienes pan para acallarla. La sientes crecer, sientes que tu corazón desaparece en sus insaciables fauces. Por lo menos ese cachito que le tenías reservado. Más o menos grande. Más o menos doloroso. Más o menos cosido al forro de tu vida. Sólo puedes agarrarte bien, para soportar sus embestidas de insatisfacción.


Rememoras el pasado, en busca de recuerdos, de detalles, de pistas -siempre las buscas-. Como migajas para engañar al hambre. Esquivando, como buenamente puedes, las preguntas que surgen y que permanecerán sin contestar. No necesitas más preguntas que aumenten el hambre que sientes.


Sólo pides que cese, que deje de doler esa ausencia. Porque son ausencias que duelen. Aquellas que no se conforman con un encogimiento de hombros.


Ausencias más o menos bruscas. Más o menos recientes. Pero que se hacen presentes en ese mismo momento. Un segundo antes de sentir ese primer mordisco.



lunes, 2 de abril de 2007

Una solución tengo

En mi post anterior, reconocía mi déficit en el conocimiento de idiomas extraños, raros o, en todo caso, diferentes a los dos que hablo (castellano y castellano con tacos). Es lo primero que hay que hacer para poder solucionar un problema, el reconocer que existe. Espero hacer lo mismo con mi no reconocida adicción a la mirinda.

Y estoy dispuesta a poner fin a este sangrante problema. Estando en el mundo de la información, la desinformación y el cotilleo en varios idiomas, una se pierde mucho de las tonterías que se dicen por ahí.

Fijaros sino en los vídeos de youtube. Es que no me hacen ni gracia. Claro, serán chistes psicológicos, humor fino y elegante, con juego de palabras y todo eso. Aunque parezca que es por la leche que se da el tío de la bici o la pose rara del perro de alguna familia seria y formal. O por lo lindo que queda un trasero pedorreando el himno de la alegría.

Así que me he buscado un curso de inglés a distancia. De esos que hay un montón por todas partes, incluso los hay -o había- que les dabas el dinero y ya, porque desaparecían. Que digo yo que el idioma lo aprendías mientras dormías por la noche. Ese si que era chulo, porque de tiempo no suelo disponer con facilidad.

He buceado en la red, para encontrar el que más se adecue a mi nivel inicial. Y creo que lo encontré. Me han enviado el primer fascículo o vídeo. Lo he visto un par de veces y creo que el nivel es bueno. Me va a costar. Pero ya hice promesa de aprender. Le echaré horas, qué remedio. Que a cabezona sólo me gana Pichu.

Ahora, os paso la primera clase. Puede que alguna se apunte conmigo y podamos ayudarnos mutuamente. Espero vuestras noticias.

Maná

Andaba yo este fin de semana, un poco romántica -¿Cuándo no es fiesta ultimamente?-, buscando un vídeo evocador de Maná ese grupo tan estupendo y que tanto me gusta, cuando me crucé con unos muñecos rosas. Muñecos rosas entre tanto aguerrido roquero. Me desconcerté.

Pero inmediatamente sonreí. Mira que me identifico con ellos. Cuantas veces he cantado esta cancioncilla. A pesar de la dificultad idiomática. Los idiomas, del tipo que fueran, nunca fueron mi fuerte... ni mi débil, vamos que no fueron.

Recuerdos juveniles y de más joven - porque todavía lo soy, ojito-, me hacen sonreir. De aquellas excursiones y aquellos interminables viajes en bus. Con nuestra mochilita y nuestros bocatas caseros, la pieza de fruta y los "modelnos" con bolsas de saladitos varios.

No comprendo como no entró en la lista de los 40 principales. Como el de opá. Bueno, si, que no había OT, ni GH, ni lo del tomate, ni lo de la tortilla de Mari Pili. Y la canción del verano siempre la copaba el hombrecillo aquel... Georgie Dann, eso Georgie. No tenía competencia el jodío.

Pero bueno, hoy reivindico esta canción y a estos amigos rosas... rosas tenían que ser, jajaj.

martes, 27 de marzo de 2007

BESOS

Ultimamente, a mi alrededor, prolifera una necesidad. Pero no una necesidad cualquiera. Nada de necesidad de ropitas, zapatos y demás accesorios, ni coches, ni viajes. Tampoco una necesidad vital y urgente como el alimento, el agua y el cobijo.
Es un necesidad primaria e instintiva. De consumo inmediato, como esas pastillas que desaparecen nada más entrar en la boca. Una necesidad que puede ser superficial o angustiosa. necesidad como contacto banal o como búsqueda del Santo Grial. Necesidad blanca o pecaminosa, experimental, iniciática o de total añoranza.
Se buscan, se piden, se persiguen besos. Besos amistosos, pasionales o amorosos. Besos familiares, cariñosos o corteses. Besos para saludar, recibir o despedir. Besos para tocar o para que te toquen. Besos en persona, por carta o por teléfono. Besos por la red, besos de lejos. Besos inocentes, maternales, curativos. En la mejilla, picos, de tornillo, en la campanilla...
Y yo, pues también quiero mi ración de casi todos. Pero no os voy a contar cuales necesito ahora... Ella lo sabe.
Aquí os dejo un recopilatorio de besos, francamente interesante. Que lo disfrutéis.


lunes, 12 de marzo de 2007

Dejé de buscar, encontré

Hace unos meses, me dijeron "deja de buscar". No entendí muy bien esa visión (porque era una visión), pero también me di cuenta de lo cansada que estaba de tanto peregrinar. De tanto buscar quizá el Santo Grial. Así que poco a poco, fui parando, frenando.
Me dediqué a lamer mis heridas, como un animalito herido. Escondiéndome bajo risas y palabras. Viviendo sólo en un parte de mi. Me dije "Hasta aquí". Y con un par de camisetas viejas me alejé de un trocito de mi corazón. Dispuesta a no sufrir, a no sangrar. Total, convencida como estaba de no poder hacer nada, de no saber encontrar nada...
Y ahora todo parece tan distinto.
Mandé al garete la precaución, el vivir sin sentir, el temer al dolor del amor. Acaso estaba muerta y creí vivir placenteramente. Ahora persigo mi ilusión, mi corazón, mi luz, por bosques frondosos y palabras llenas de risa. Mis palabras, su risa.
Ahora me lleno de preguntas y me escapo entre historias. Se me pasan las horas, donde nunca creí que las encontraría.
Ahora se que cuando me dijeron "deja de buscar", querían decir "encuentra". Y he encontrado un pequeño tesoro.

viernes, 9 de marzo de 2007

De hadas y dragoncillas

La verdad, es que estoy que no estoy. Releo mi último post y sonrío. No podía haber cambiado todo de un manera más rápida y radical.
La vida, eso que suele pasar mientras nos empeñamos en dejarla escapar, me brinda nuevas oportunidades. Soy afortunada. Este presente, que pienso aprovechar, es un dulce bollito. Un suave y timido pastel.
Tomaré todo el tiempo del mundo en crear un mundo para dos.
Una hada se ha sentado en mi hombro y me mira medio burlona. Porque, no os lo he contado, pero creo en las hadas. Creo en ellas y ellas en mi, que es todavía más importante. Existen por doquier. Os invito a que cambieis la mirada y las busqueis entre nosotras. Porque son especiales, únicas.
Como los dragones y las dragonas. De estas últimas no he leido mucho. Pero me consta que también existen. Por lo menos una dragoncilla, que me ha secuestrado como si de una damisela se tratara. Y claro, una -aconsejada por su hada particular- se ha dejado secuestrar. Encantada de ello que estoy.
Ya se, ya se, no estaís acostumbradas a verme así. Pero ¡Qué le voy a hacer! es mi vena romántica que tengo inflamada.
Os dejo un documental que demuestra, con fotos, que las hadas existen. Es más, he descubierto que la mía sale. Todo un primer plano. La veo en mi hombro, sonrojarse. Es un encanto.
Venga, a descubrir la vuestra.

martes, 27 de febrero de 2007

Ser un LAm


Esta mañana me siento rara. Camino, trabajo y río como siempre. Pero estoy rara. No se, últimamente me pasa con frecuencia.
Recuerdos no vividos luchan por poblar los rincones de mi cabeza y me muerden el corazón. Algo, al borde de mi consciencia, pero sin pisarla, dice que me los estoy perdiendo. Y si pregunto "¿Qué me estoy perdiendo?" siento que es una nota musical. Una tras otra.
Una tras otra, se acomodan en un lugar de mi corazón. Aquel que saben que les corresponde por derecho propio. Y todas, muy juntas, muestran una imagen. Una única y conocida imagen.
Y al reconocerla, me sorprendo deseando ser una clave de sol, un la menor chiquito. Para corretear por tu cabeza y tu corazón. Saltar a la comba con una línea del pentagrama. Jugar al escondite en un compás. O acechar burlona a un grupito de alocadas semifusas.
Si fuera una sencilla y maravillosa nota musical, podría escurrirme entre tus dedos, caer en una melodía alegre y pegadiza. Perderme en tu universo musical. Pasear por el jardín de tus sueños. Al que una vez me asomé y jamás olvidaré.
Por un instante, siento que sólo tú me comprendes. Sólo un instante. Después todo desaparece, se desvanece.

Sólo queda la música.
Y lo es todo.

domingo, 25 de febrero de 2007

Rodeada

Me siento rodeada. Acorralada. Desprotegida. Desde hace unos meses manipulan mi realidad. Estoy convencida.
Si no, de qué iba a haber tantos bebés a mi alrededor. Mis vecinos del "A" con la sobrina que fue mami. Mis vecinos del "B" que recién son papis, propiamente dicho. Escucho niños al acostarme. Escucho niños mientras cocino. Mientras me ducho o me lavo los dientes. Independientemente del colegio de en frente, del que sólo era consciente por los coches de los papis.
Mis compañeras de trabajo se embarazan, de una en una o de tres en tres. Y, consecuentemente, al cabo de los meses paren. Y no contentas con ello, me traen a sus criaturas. Y las dejan en mis profesionales manos, mientras se van a visitar al resto de compañeras.
Y mis pacientes acuden con sus carritos y su progenie sonrosada.
Pero no es sólo eso. No, eso no sería tan malo, es que, además, los percibo. Si, si, como habéis leido. Los veo, los escucho, los huelo -metafóricamente hablando, que de la otra ya lo hacía antes-. Me sorprendo a mi misma detectando estas pequeñas criaturas a mi alrededor. Como si se me hubiera conectado el baby-dar. "Las veo", si, si. Espontáneamente, sin que me las señalen, aislen o iluminen para ayudarme a localizarlos. Lo hago yo solita.
Y lo que es peor... si, todavía hay un PEOR. De lo malo lo peor. Me he descubierto sonriéndoles. Mirando y sonriendo. Pensando en que me gustan. Y no, no como antes que ya me gustaban... con patatas.
Aunque a mi, debo reconocerlo, siempre me han gustado las niñas. Me gustan si, de 18 años en adelante. Pero no van por ahí las cosas, que me pierdo, digo pierdo el hilo.
Ahora me desconcierto, al sentir ganas de cogerlos en brazos, hacerles carantoñas. Me tiro al suelo para jugar con ellos. Les soplo en la tripita. Nos sonreimos en son de paz, les hago gracia y ellos a mi.
Me sorprendo pensando en lo que supondría tener descendencia, compartir la maternidad... Uf, me tiemblan las carnes, al imaginar todo lo que viene detrás... Porque cada vez, me gusta más todo ésto.

Bueno, lo dejaré estar. Voy a dar una vuelta, a ver si me da el aire y se me va todo ésto de la cabeza. He quedado en prenatal, que está de rebajas.

jueves, 22 de febrero de 2007

TRAS LA TORMENTA... LA JODIDA CALMA.

Ya pasó.
Ya se fue. Ya no es.
¿Y? Es extraño. Tanto estrés. Tanto afinar, buscar, planear, listar. Tanto borrar, añadir, rezar, maldecir y jurar. Después de convocar, contratar, quedar, despotricar y acordar. Tras acompañar, pensar, divagar, reir y enfadar. Pasado el pintar, recortar, soñar y preveer. Olvidado casi el organizar, colocar, pedir y rogar. Superado el cambiar, tantear, comentar, probar, dudar y repartir. Alejado ya el hilar, compartir, hacer y deshacer. Recordando el recibir, presentar, besar y achuchar. Después qué...
Después de tanto verbo, todo es pasado. Hasta mi tensión arterial es pasado. Todo salvo la sensación de alegría y diversión que nos envolvió. Y ese suave aroma a rosa en la mano...
Veo las fotos y casi no me reconozco en esa lesbomoza más colorada que un centollote. No se si hacía mucho calor o tenía fiebre. El caso es que si que debía estar poniéndome malita, con tanta moza cerca. Malita por no poder cruzar unas palabras con todas. Y quien dice cruzar palabras... no seamos estrictas en los conceptos...
Uf, ya no recuerdo cuando "cerré" una discoteca, como las últimas de Filipinas... Ah no, si que me acuerdo, fue el sábado, jejeje. Y quienes mejor lo recuerdan son mis pies... No, no, mi garganta. ¿Alguien vio mi fenomenal y melodioso chorro de voz? Porque la tengo un poco perjudicada. Que se quedó en la disco y tardó tres días en recuperar la conciencia y volver al hogar.
Ainsss, no se si creerme que tanta mujer, de tan variado origen, respondió al llamamiento de esta pandilla de locas. Unas Taraditas ponen un post sobre una kdada. Y les responden un montón más grande todavía de taraditas de la aldea global.
Y bloquearon los accesos a la villa, en tren, coche, autobús, avión y barco (¿Cómo que no? No me seais puntillosas). Lesbomozas por tierra, mar y aire (y dale con querer quitar el mar), para hacer presentes tan estupendos cuerpos... Que ni la pasarela Cibeles, vamos.
Sois estupendas. Y eso se desparramó por todo el restaurante. Si hasta el maitre, al "contaminarse" de tan buen rollito se quería hacer lesbonetero (los hay despistadillos). Y eso que las mozas no se cortaban mucho entre plato y plato... Porque no me imagino al personal de una rentable y respetable empresa sobándose, abrazándose y besándose como nosotras (si la conoceis, pasarme los datos para enviar mi curriculum, por favor)...
Claro que puede que el mozo, se paseara por la sala en el extraño momento de la conjunción de comensales y platos en sus mesas correspondientes. Fenómeno, por otro lado, bastante extraño y apenas visto por alguna lugareña.
Si que tengo un pero, a los que ya pudierais tener por la disco: ¿Por qué se asombró tanto al verme, la DJ de Escape, a las 6 y pico de la mañana por allí? ¿o se asombraba de verme viva? ¿O despierta? No se, no se, tendré que cambiar mi aspecto o ponerme un piercing, para no asombrar tanto. A fin de cuentas, ella también estaba allí y a mi no me sorprendió.
Pero bueno, ahora el chat tiene cien caras. Y se ha vuelto todavía más familiar si cabe (y no hablo de parejitas, lobas).
Y, por favor, la que se llevó mi voz: o bien que me la devuelve o bien que me lleve entera.
Ahora, como todas sois irresistibles, todas todas, os dejo un pequeño video de la kdada que he montado.


miércoles, 14 de febrero de 2007

Seguimiento nasal

Hoy he releido el blog de mi colega Nubia. Y me he quedado con la copla de que Palencia huele a Channel nº 5, ..., digo a café (hojalá que llueva café en Palencia...). Conozco también cual es la ciudad que huele a galletas (memoria de pez. Os puedo dar mil datos, salvo el nombre).

¿Y por qué me quedé con la copla? Pues porque al volver de recoger mi montadito de la cafetería, he captado la huella olorosa e indeleble de una abuela de la residencia.
Como si de un miembro más del C.S.I. se tratara, he olisqueado el ambiente. He levantado la barbilla un poco para no perder un detalle y he pensado: "P. ya está buena".

Motivos:

- Punto uno: Recibo efluvios a perfume femenino en el ascensor.

- Punto dos: Este efluvio es de gran intensidad (más que intenso, demoledor).

- Punto tres: Se diferencian aromas a no-se-qué árbol, a ignoro-qué-fruta y a no-se-qué otro aroma que intenta ser tapado por los anteriores (y no quiero pensar cuál).

- Punto cuatro: La fragancia persiste con tal intensidad que he comenzado a marearme.

- Punto cinco: Sólo ella es conocida por ese perfume (menos mal). Y ese empeño en gastar un frasco por día.

- Punto seis: Si el intenso aromilla está en el ascensor, es porque P. ha bajado al comerdor general.

- Punto siete: Si baja al comedor es porque ya puede comer normalmente y, por tanto, está buena.

- Punto final: Con una peligrosa limitación de mi equilibrio estático y dinámico, por intoxicación gaseosa, salgo huyendo del ascensor. Eso si, agarrada firmemente a mi montadito de lomo con queso.

Aproveché que estaba recién hecho, para acercarlo a mi nariz y reanimarme con su agradable y digestivo aroma.

Ahora, si alguien sube en ese ascensor, sabrá que P. está ya bien y que yo... ¿será mi rastro el del lomo con queso?

domingo, 11 de febrero de 2007

Pruebas

Bueno, estoy en pruebas con el maravilloso mundo este de cotillear lo que se me pasa por la cabeza.
No tengo ni idea de si lo estoy haciendo bien. Creo que empezaré a ser muy buena amiga de alguna conocida, para que pueda traducirme tantos conceptos nuevos.