Al cambiar de casa, me propuse también cambiar ciertos hábitos. Generar espacios y rutinas nuevas. Una de ellas es la de cocinar.
Cocinar me gusta, aunque apenas lo pueda hacer. Más bien hago cocina de batalla. Sin probar recetas, platos, variantes, etc. Y yo quería, quiero, hacer cosas nuevas.
Mi hermana se entretiene, se evade con sus diseños de patchwork, si quereis ver sus diseños creo que colgaré cosicas por aquí. La mujer es más que apañada.
Bueno, que me pierdo. Una de las cosas que quería era cocinar. Recetas de esas que lees y dices "¡Cómo me gustaría hacer esta receta!".
Lo malo es que sigo teniendo cierto problema de tiempo. Así que cuando hago alguna receta, para cenar habitualmente, suele acontecer que el reloj pone la quinta. Resultado, cenamos un pelín tarde.
Pero arrobita va aguantando con "detallines" culinarios.
Esta vez tocó "Pasteles de carne", pero mi versión. Es decir, en lugar de carne de ternera, pollo. Os he puesto el enlace por si os anima la foto. Ese blog tiene un montón de ideas que me gustan. Y lo comparto, por si hay alguna cocinillas por aquí.
Un pequeño fallo, la masa todavía me queda un poco gruesa. Pero bueno, todo se andará.
Y, como he cocinado, estoy más feliz que una perdiz.
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