Escucho, como hace poco con Navidad, que si es una fecha comercial, que si es un día como otro cualquiera, que si hemos de hacer que todos los días del año sean San Valentín (SV de ahora en adelante), que si es un montaje de los comercios - o concretamente del siemprepresente centro comercial español-, que si no necesitamos hacernos regalitos, etc.
Pues no. No estoy de acuerdo. Esas justificaciones son absurdas para censurar un día. Porque además, se trata, en algunos casos de hacer de menos a los que hacen algo especial. Y no es justo. Nadie nos obliga a fastos horrorosos. No hay que comprar dos docenas de rosas impresionantes. No recuerdo que me obligaran a entrar a los comercios cuando paso por delante. Tampoco me vale que hay que hacer que todos los días sean SV.
Vamos a ver, lo malo es que no hacemos de todos los días SV. Vale, todos sería complicado. Pero ¿Cuántos hacen de un día a la semana o al mes, SV? ¿Cuándo hemos tenido un detalle con nuestra pareja?¿Cuándo fue la última vez que paramos nuestra vida unos segundos, miramos a los ojos a la pareja, y le dijimos "te quiero más que el primer día que lo descubrí"? Eh, Eh ¡Ah!
Y no creo que sea muy costoso. Un detalle, un momento. No tiene que ser un regalo. Puede ser un paseo a solas, una cañita en vuestro lugar favorito, una excursión, una tarde de arrumacos en el sofá, las consabidas flores, o los bombones, o los regalos varios. Si se quiere hasta un crucero... pero ya digo que no hace falta.
Servidora, por ejemplo, pasó todo el fin de semana estirando el tipo y aderezando el cerebro con vastos conocimientos de Pilates -y horrorosas agujetas, que también-. Lejos de arrobita. Pero encontramos un momento para pasear de la mano y regalarnos un detalle, una debilidad.
Lo hacemos con frecuencia. Y, por tanto, ¿por qué no también en SV?
Decir a la pareja que la amas, NUNCA ESTA DE MAS.
Este retratillo para festejar la "alegría del amorrrrr en pareja"
ARROBITA TE QUIERO.