domingo, 8 de enero de 2012

JURO QUE YO NO ERA ASÍ

Como ya os he contado, nos hemos mudado hace poco. Con la historia de los trabajos, las fiestas y algunas cosas más, todavía tenemos ambas casas como si hubieran sido robadas. Ya tenía yo ganas de aposentarme tranquilamente en nuestro nuevo y flamante ikea-sofá y dejar de mirar con envidia a los gatos -que pasan media jornada desparramados en él-.

Han pasado por aquí, como los ministros, mis amados suegros en visita relámpago. Han echado una mano con una chapucilla, han compartido unos granillos de arroz y se han ido corriendo.
Ahhhhh, todo el sofá para mi...

Pues no. Me ha entrado un no-se-qué-qué-se-yo, y llevo toda la jornada -al igual que ayer- trasteando, moviendo, colocando, ordenando, limpiando, etc. Que no se si soy una sola o tengo una hermana gemela.

Chicas que tenía una parte de mi cuerpo tirando hacia el sofá y otra parte tirando hacia todas partes.

Que yo no sabía que era así. Desconocía que tuviera un gen materno tan dominante. Se ha despertado la fiera que hay en mi. Que casi me he obligado a sentarme en el sofá -en el cachito que mis gatejos han tenido a bien cederme-.

Y no veas lo bien que se está. Aquí, con las patitas propias estiradas y trasteando con el portátil. Pero ese gen rabioso, de organización, limpieza y demás cosas terribles, lucha por volver a tomar el mando. 

No es fácil aguantar. Pero es que voy a empezar la semana más cansada de lo que terminé la anterior. Y así no se puede llegar a ninguna parte. Así que he dejado las cosas como están y seguiré otro día. Que hay que disfrutar un poco de la jornada. Que yo no era así, de verdad. Yo era una mujer joven, despreocupada, y tal. Y como me descuide, me pillan con el mocho pegado a la mano y mirando con lupa si se amontona el polvo. Esto no puede ser bueno. Creo que me estoy haciendo mayor.



1 comentario:

Unknown dijo...

Vaya, es una batalla perdida la que quieres lidiar contra el polvo, como mas quitas mas ràpido se vuelve a aposentar, eso no quiere decir que vivas entre dunas de suciedad, pero todo tiene un equilibrio. Es verdad que cuando nos hacemos mayores somos mas obsesivos segun en que. Déjate llevar y disfruta del momento que estes espachurrada en el sofá, todo tiene su momento.