Ahora mismo, el sol se cuela entre las cortinas del gimnasio y me quedo abstraída unos segundos dibujando sombras en la pared. Porque eso me gusta, eso hago, imaginar, dibujar, construir en mi cabeza. Aunque sólo sea por unos instantes.
Porque, a fin de cuentas, qué soy. Una mujer hecha y derecha. Una contadora de historias breves. Humorista a ratos, guionista frustrada. Una viajera de nube en nube, del color de amanecer al color de puesta de sol.
Soy fisioterapeuta con pundonor, con ética y más experiencia que conocimiento.
Soy calígrafa embrionaria, cocinillas a ratos, paseadora a tiempo parcial. Hija y hermana a jornada completa. Familiar en su amplio sentido de la palabra. Amiga de mis amigas y un poco cotilla.
Habilidosa con la palabra y torpe con multitud de cosas. Aprendiz de todo y maestra de nada.
Soy media cama caliente y media cama fría. Soy noche hambrienta y día de esperanza. Estrella fugaz entre momentos que no se olvidan.
Todo eso y más. Pero qué es "todo" si no fuera por ti. Pues sólo sería la mitad de todo lo que puedo ser. Yo misma con menos lustre, con un poco más de frío y un poco menos de palabra. Con más tiempo y menos caricias. Con más espacio y menos compromiso.
Sin ti, soy Yo. Pero con menos colores y alguna arista de más. Con tanto futuro, pero más solitario. Un pelín menos feliz, un poco menos amada, algo menos comprometida. Hambrienta de ti, sin conocerte.
Sería abogadita de causas pobres y maldecidora en la intimidad.
Sería igual, pero menos yo. Sería el reflejo de mi, en un cristal con vaho.
Y yo quiero ser lo que soy. Y lo soy gracias a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario