Todavía se me escapan las manos cuando te tengo cerca. Hoy, en el metro, el tiempo corría a su favor. A favor de mis manos. Despiertas, sin prisa y juntas.
Mis manos cobran vida en esos momentos. Les urge salir de los bolsillos, soltar bolsas o revistas. Con una urgente necesidad, con hambre, se aproximan a ti. Mis manos ladronas, quieren llevarse el contorno de tu cintura. Tienen hambre y se alimentan del calor que propagas. Y me das más hambre.
Esa necesidad corre por mis venas y me llena. Mis ojos ya se clavaron en ti, sin poder desprenderse de tus ojos. Mi boca se despierta. Siento que mi cuerpo responde a la llamada de mis manos. Que quieren acercarse a ti. Que buscan proximidad.
Sin darme cuenta, sin evitarlo, mis piernas se plantan frente a ti. Abriendo camino a mis manos. Mi cuerpo te mira, te siente, te respira.
Y mis labios, como suaves ladrones de guante blanco, se acercan imperceptiblemente a tu boca. Te rozan y buscan un beso. Crean un beso desde la magia de los labios que se imantan.
Y qué más da que la gente pueda mirar. Ya pasó el tiempo de ocultarse. Algo tan bello no debe vivir siempre en la oscuridad.
Te quiero, te busco y me ofrezco a ti.
Todavía te busco, todavía se me escapan las manos hacia ti. Y que dure.
1 comentario:
Amor y pasión ingredientes basicos en una relación, mágnifica descripción.
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