Miedo: Es una emoción desagradable, por una percepción real o no de peligro. Es una emoción un tanto animal o primitiva.
En la actualidad, que es lo que más conozco, nos provocan miedo unas cuantas cosas que no deberían. Por ejemplo, cuando cambiamos de trabajo, cuando vamos a una entrevista de trabajo, nuestra primera cita, cuando nos llama "a consultas" el jefe.
Convendreis conmigo que todo lo que he dicho no debería causarnos temor o miedo -salvo lo del jefe, porque algunos no son de miedo, sino de terror. Pero eso es otra historia-.
Esa sensación de desazón, incomodidad, ansiedad, nervios descontrolados, bien puede ser reflejo de lo poco que confiamos en nuestras capacidades. O resultado de una autoestima más baja de lo que debería ser.
Tememos el fracaso, tememos no gustar, tememos, tememos.
Muchas veces sufrimos por cosas que ni podemos controlar. Si no gustamos a alguien no tiene por qué ser culpa de nadie. Sencillamente no cuaja esa relación -laboral, de amistad, de pareja, etc-.
Yo soy la primera que cuando me presentan un proyecto nuevo dudo, me tiembla el pulso, pienso que no voy a poder, me preguntó que pasará si lo fastidio, etc. Y, por tanto, tengo miedo al fracaso. Y, lo reconozco, no siempre mi autoestima está al nivel del flotación.
Por eso, debemos pedir ayuda. No es cuestión de pensar que los psicólogos son los cocos. Ni los psiquiatras. Eso son zarandajas y ganas de no querer ver que nos pueden ayudar.
Claro que asistir a consulta es duro. Para superar ésto y seguir nuestro camino, primero han de ponernos un espejo delante. Y eso puede doler. Puede escocer. Pero nuestras madres nos decían al curar una herida "¿Escuece? Eso es que está curando".
Dejemos pues que nos curen estas heridas, que nos ayuden. Aunque nos escueza un poco. No podemos seguir así. Temerosos de cada paso, de cada esquina, de cada cambio. Así no podemos disfrutar de la vida, la familia, el trabajo, el tiempo libre. Nos perdemos tantas cosas.
3 comentarios:
El miedo es a observar nuestro reflejo y comprovar que no se corresponde con el que creiamos ver. Si es duro, muy duro, pero es el paso necesario e imprescindible para cambiar la situación. La confianza, la seguridad, la determinación no se consigue sin ningun esfuerzo.
Por muy negro que sea el horizonte siempre hay un paso hacia adelante que nos conducirà a la deseada luz.
Siempre hacia adelante.
No hay otra posibilidad. Avanzar.
Nadie dijo, como bien escribes, que fuera fácil.
Me alegra verte por aquí.
Hasta hace dos meses, puedo decir que muy pocas veces he sentido la sensación de miedo.
Desde el 30 de agosto, en que por desgracia fui víctima de unos hechos muy desagradables,donde han concurrido factores como: asalto, robo, maltrato físico y psicológico, secuestro (de mi perra), extorsión,etc; conozco lo que es sentir miedo, terror-psicológico.
Gracias a Dios y a la Policía Nacional, todo se ha resuelto felizmente. Mi perra está ahora a mi lado y he conseguido regresar a mi casa.
Me pregunto, quién me alivia a mí ahora de este horror vivido.
Por supuesto mis terapias semanales con la psicóloga de EMDR y mis fármacos dados por el psiquiatra.
Os puedo decir que después de esta experiencia, no hay nada que me produzca miedo...solo la salida de los cuatro desgraciados de la cárcel, éso sí me produce de nuevo pánico.
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