Hoy, años después de tantas cosas, de tantos 11 de Marzo, la vida continúa. Aunque hay días que permanecen en la memoria común. Y otros que sólo permanecen en la memoria de unos pocos.
Pero la vida se empeña en reescribir una y otra vez. Añadiendo así nuevo dolor, o nuevas ilusiones. Aún con el corazón roto y maltrecho, estamos en pie. Para demostrar que la vida, el presente, el futuro, no lo entregamos fácilmente. Haremos, si es necesario guerra de guerrillas y lucharemos por cada segundo de nuestra historia. Porque los que quedamos no podemos regalarles nada.
Por los que ya no pueden, por nosotros, por los que vendrán después. Si nuestra vida se detiene, ganan cada día, cada aniversario. Nos roban un poco más. Y no debemos dejarles ese poder.
Viviremos más intensamente cada jornada. Por nosotros y por los que no pueden ya. Pero sobretodo por los que están por venir.
Tenemos, no ese derecho, sino ese deber.
Vivamos bien despiertos, que no se nos escapen las jornadas.
4 comentarios:
Y decir bien alto que la libertad no tiene ninguna recompensa ni precio que se pueda imponer, aunque a veces el impuesto que se ha de abonar sea tan elevado que convierte la claridad en oscura desesperanza.
NO recompensa por ejercerla, si recompensa por haberla liberado.
Tus pasos son tan firmes que dejan huella para que quien no sepa por donde transitar encuentre la senda por la cual no encontrarse solo.
es curioso. He buscado como responder a tus palabras, afirmarlas, extenderlas. Y no he encontrado que más añadir.
Gracias.
Publicar un comentario