miércoles, 29 de septiembre de 2010

HAMBRE DE LETRAS

Siempre me ha gustado escribir. Diarios, cartas, pequeñas historias.

Sin embargo, no se si por falta de tiempo o de ideas, he descubierto una necesidad más primaria.

En esta época, donde todo aboca hacia la tecnología, hasta en la agricultura, necesito papel y boli. Pero no sólo porque pueda resultar retro y un tanto romántico.

He descubierto la necesidad/placer de ver mi letra. Si, me gusta mi letra. Cosa que no siempre ha pasado. Los psicólogos o similares podrían asociar esto con el sentirme a gusto conmigo misma supongo. O cualquier otra historia similar que ellos dominan más que yo.

Ahora, cuando dispongo de un boli y un retazo de papel -si la situación lo permite- escribo. Escribo aunque sólo sean palabras sueltas. Palabras encadenadas, familias de palabras, palabras de dos sílabas, de tres, que empiezan por O ó por P o que terminen en ES, etc.

Ya de paso trabajo la mente. Enlazo palabras, agrupo familias, busco similitudes y raíces, etc. Todo lo que me lleve a escribir y escribir, en mayúscula o minúscula.

Quizá esté perdiendo la razón. Como en esas historias lacrimógenas de domingo por la tarde.
Sólo es que, además de contar historias, de escribir, me gusta mi letra.

¿Es grave doctor?

2 comentarios:

Unknown dijo...

La razon esta en el descubrimiento de las palabras, mágnifica afición. Un trozo de papel puede cobra vida y descubrir secretos ocultos que de ninguna otra manera aparecerian. Deja que los dedos bailen con tu mente para componer melodias disonantes que puede que se conviertan en sinfonias magistrales.

Olga dijo...

Es curioso como empiezas con ese juego y terminas descubriendo enlaces, palabras olvidadas...