
Hace un par de días, llegaba un poco cansada -sin el poco-, a casa, cuando vi toda la calle atorada de coches. Miré el reloj y no salía de mi asombro. "Jodó, con el Bar, si que atrae clientela a estas horas". Cuando por fin conseguí aparcar, pasé por la puerta del colegio XXX que hay frente a casa. Salían un montón de buenas mozas, entradas en unas décadas nada escolares. Esperé ver un buen rebaño de infantes o adolescentes, desfilar alegres tras las actividades.
Mi sorpresa fue mayúscula. Allí no apareció ni un sólo ser humano en edad escolar -obligatoria-. Estando en esas, llegaron los "padres" o maridos y se llevaron a las buenas mozas, con sus bolsas de deporte y sus sonrisas de princesas.
Sorprendidita me quedé.
Ahora que terminan las clases, pueblan las aulas, madres y abuelas. Bueno, también mozos pero menos.
Y, mi alegría porque había terminado el cole -no por las clases, sino por el aparcamiento disponible- se va al garete.
Resulta que el centro, muy activo él, ha decidido poner actividades para los mayores. No es que me parezca mal. Para nada. Es que me sigo quedando sin plazas de aparcamiento a menos de 100m de mi casa.
Mecachisssss.