Algunos días, llegas a casa cansada, exhausta incluso algo dolorida. Pero con una sonrisa de oreja a oreja. Dejas los bártulos y te desmayas literalmente en el sofá. Uno de esos días fue ayer.
Tras una jornada de mil horas - ya sabéis de mi manía de trabajar en la residencia y en mi clínica-, llegué a casa con la satisfacción de hacer un buen trabajo. De intentarlo y conseguirlo.
El viernes vino pelillos a la clínica. Cojeaba, venía rígido y medio encorvado. Una lumbalgia impresionante que apenas le permitía caminar. Ayer, cuando le pregunté qué tal, me dijo "pues, ahora, sinceramente... la verdad -ya me temía un fatal de la muerte- estupendamente. Realmente bien. La recuperación ha sido impresionante".
Pues si ¿Cómo no me voy a alegrar, enorgullecer por mi trabajo y mi esfuerzo? Vino mal, puso su salud en mis manos. Y le pude ayudar. Qué satisfacción.
Padelin vino a la consulta. Con las secuelas de una rotura completa del tendón de Aquiles. Vive en el quinto o sexto pino, pero aterrizó en la clínica. Le habían hablado muy bien de mi. Quería saber qué podía hacer yo por él y su tendón. Tras la sesión, pues se quedó tras la primera consulta, decidió confiar en mi su recuperación.
Algunas veces, algunas noches. Llego a casa y puedo ofertar a mi arrobita el orgullo por el esfuerzo y el trabajo bien hecho. Y me hace muy feliz poder compartirlo.
6 comentarios:
acaso no estamos para eso?
digo...
De partida,... sip. Pero Sabemos que no todos ven ese concepto como inherente a la profesión que tiene.
..buenas..
..me encanta descubrir..
..a gente como TU..
..q disfruta..
..haciendo FELICES..
..a los demás..
..
Hola amiga Silvia, cuánto hace que no te leía...
Gracias.
Intento hacerlo, no se si siempre lo consigo... Pero lo intento...
..buenas..
..la energía..q transmites..
..y la disposición..
..hacen el "milagro"..
..si algún día necesito..
..ya te avisaré..
..
Muchas gracias Olga... Me encanta saber que te gusta lo que lees en mi blog :)
Un saludo
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