domingo, 20 de julio de 2014

ES DIFICIL SALIR DE AQUÍ

Da igual que estación del año sea. Da igual si hace frío o calor, si tenemos visita o nos comemos un helado. Vivimos. Más o menos bien, más o menos tranquilas.

Si, si, vivimos. No está nada mal. Sale el sol y salimos a buscarnos la vida... ¿Buscarnos la vida? Si ya estamos vivos. No hace falta ni despertarse, ya estás viviendo mientras respiras. No es tan difícil. Hacemos lo que nos toca, amamos, nos divertimos, nos relacionamos. Y cuando nos damos cuenta, se ha pasado la jornada, la semana, el mes y los años. Así de fácil.

Sin embargo, puede que no estemos viviendo todo lo que nos gustaría. Pero, como dicen por ahí "La vida no nos da para más"... ¿O si?

Seguro que más de una y uno que me lee, en el fondo tiene un sueño por cumplir. O por intentar. Pero la vida los llevó por otra parte. Que no digo que esté nada mal. Porque la vida no es o lo malo o lo bueno. Casi siempre es lo gris tirando a claro, o tirando a oscuro. Y así vamos fluctuando. 

Yo lo estoy intentando.

Es sencillo, o eso parece. No se. Creo que es más fácil de lo que creemos, pero nos da más miedo del que merece.

Servidora está en ello. Y me anda costando más de lo que pensaba. Es como  andar con los pies pegados al suelo, como si andara siempre con ellos metidos en barro o tierras movedizas. 

La inercia es grande.

Creo que lo peor es que la vida no me va mal. Creo que no es mala vida. No, no creo. Mi vida no es mala, es buena. Tengo una buena familia, una mujer que me ama, un trabajo que me gusta (a grandes rasgos). Amigos, tiempo, algo de dinero... Y quizá ese es el mayor freno.

Estoy cómoda. Levemente escocida por esos sueños, esos planes que no llevo a cabo. Así que voy a trompicones. Hoy gana el presente, mañana un pasito hacia mi pequeño sueño. Un mes en el dique seco, un fin de semana de actividad febril.
Pero, voy de camino. ¿Y vosotras?


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