
Nunca había estado -ella tampoco- y nos pareció buena idea, cenar en el buffet que tiene. Pues nos habían hablado de él. Así, de paso, curioseaba entre las mesas y las máquinas. A ver si mi imaginación, tallada a golpe de película -americana por más señas-, coincidía con la realidad.
Y, qué quereis que os diga, me decepcionó. Quizá debería volver cuando no sea el puente de agosto. No se, a ver si pillo más gente y hay más ambiente. Porque la clientela se dividía en dos grandes grupos: Chinos y ancianos. Ahí salió mi vena profesional. Le envié un mensaje a mi hermana y le dije, "Déjate de alemán y perfeccionar inglés y ponte las pilas con el chino." Y, por mi parte, empecé mentalmente un proyecto de negocio para proponer al Casino. Fisioterapia a domicilio y casino "Que el reuma no te fastidie una buena mano" o algo así.
¡Madreeee! ¡Qué de chinos y mayores! Pero mayores, mayores. Nada de sesentones -esos serán sus hijos-. De reojo miré las imágenes publicitarias y se veían, por lo que se ve, otras instalaciones. Aquellas a las que acude gente joven, guapa y occidental. Porque el parecido era pura coincidencia.

Yo propongo una actualización y un retorno a lo autóctono.
Vale, tiene que haber mesas de Poker, porque entran una burrada de jugadores. Pero se podrían gestionar unas mesitas para los verdaderos jugadores hispanos. Mesas de tute y mesas de mus. Sería estupendo ver mayores y chinos guiñándose los ojos, sacándose la lengua, etc. Todo es pensar cómo se puede monetizar. Así también se podrían atraer a los jóvenes parroquianos y universitarios, que de mus saben un montón.

Quizá La rana sea demasiado estruendosa, para un lugar tan fino y elegante. Pero todo es plantearse una sala anexa. Como esos reservados para fumadores.
Y no nos olvidemos del grande, que en ruido también puede competir con las maquinitas, El Dominó. Esas piezas moviéndose bajo las hábiles manos del croupier. Ese golpe con la blanca doble... Bueno se me ponen los pelos como escarpias de imaginar la tensión en el ambiente.
2 comentarios:
Me gusta la propuesta de deporte y apuesta patrio!... ¿Y qué tal lo de un poste engrasado, un jamón en todo lo alto? Con eso funcionarían bien las apuestas... Y se podría convertir en deporte de riesgo, practicándolo a lo Gila... con navajita abajo, para recibirlos en el descenso. Jaja.
Lo tuyo es lo que yo llamo mente emprendedora.
Besos
Uyyyyy, no me des ideas...
Jeje, si estamos llenos de juegos tradicionales que serían un éxito.
Aunque ese quizá requiriera un poquito más de espacio y un buen botiquín.
Todo es mirarlo.
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