He llegado a la conclusión de que el primer amor está sobrevalorado. Y todo porque somos novatos. Llenos de miedos, iconos, sueños tontos, caricias torpes y mucha tontería.
Yo prefiero, sin lugar a dudas, mi amor de mujer. Mi amor de verdad. Ese que me completa, que me aúpa, que me da fuerza y paz. Prefiero la realidad de un abrazo fuerte y manos sabias.
Regalo el primer amor. Que si, que estuvo bien, que fue el "estreno" de tantas cosas. Pero la experiencia, la riqueza, el color de nuestro amor, no lo cambio por melancolías e idealizaciones.
Quiero mi amor profundo, real y corpóreo. Prefiero mi vida completa, la sonrisa de dos, el silencio que habla, la ausencia que se llena con tu nombre. Me quedo con la insuperable realidad de haber acertado plenamente con mi amor actual.
2 comentarios:
Hola. Te descubrí a través de Hormiga. Como tu Blog tiene buena pinta, con tu permiso me quedo.
Sobre lo que expones. El primer amor es el mejor pero en ese momento, después nos vamos dando cuenta de que sólo era una antesala deblo que verdaderamente nos esperaba.
Un saludo.
Hola Amni, bienvenida.
la verdad es que el primer amor, como todos los demás, ha de ser vivido intensamente.
Pero lo escribí tras escuchar una retaila de canciones de viejunos y viejunas, loando con melancolía el primer amor.
Y más bien, leo entrelíneas, morriña de la adolescencia y todo lo que conlleva.
Quédate tanto como gustes. Un placer.
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