Ayer pasé por el trastero donde guardo lo que queda sin utilizar/tirar, de mi anterior viaje empresarial. Restos de un naufragio ya superado. No me arrepiento de nada. No quiero confundiros.
La página está pasada. El nuevo modelo me gusta más. Los nuevos proyectos me tienen muy ilusionada y absorvida. por nada cambiaba lo que tengo, lo que proyecto, por retomar lo que fue, pudo ser y, brúscamente, quedó en el camino.
Pero no he podido evitar sentir cierto escozor en el pecho y frialdad en los huesos (¿No piensan poner, ni un poquito, la calefacción en esos trasteros de Dios?). Diez años de mi vida se entretejieron entre esos bártulos. Muchos recuerdos acuden a mi.
No quiero volver, pero no se no recordar. Bueno, no se si quiero olvidar. Tanto bueno no puede perderse entre las costuras del tiempo.
3 comentarios:
La verdad esque si a veces nos duele dejar los recuerdos a un lado, y dejarlos como recuerdos...pero bueno asi son las cosas y no que mas que pasar pag y ya esta. :)
Tienes razón pequeño saltamontes ;-)
¿por qué hay que dejar los recuerdos a parte?
Somos lo que somos por lo que hemos vivido, bueno y malo...
Además no has naufragado, mejor descansar y coger energias para tu nuevo futuro... mami.
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