Por culpa del ladrillo, de los bancos, de los que se hipotecaron por encima de sus posibilidades. Por... nunca por nuestra culpa -eso nunca-. Ni un poquito porque ¿Habéis conocido a una sola persona que se meta en el saco de los culpables?¿Aunque sólo sea un dedito? Bueno, pues no seré la primera. Yo tampoco he sido.
Aunque, estando así las cosas ¿Importa ya? Salvo para no repetir -si es que somos capaces de aprender de nuestros errores-.
En la tele, la prensa, internet, etc. Nos machacan con el pase de pelota contínuo, de tejado en tejado. Con el "Qué mal estamos" y "Qué peor vamos a estar".
Estamos rodeados de agoreros que empañan cada jornada un poco más. ¿No podríamos dar un poco de luz a otra parte de la realidad actual?
¿No podríamos discutir ideas, proyectos, pros y contras? Y después, digo yo, llevarlas a cabo. Que no todo sea quejarse y tirar por tierra a los demás, o morirnos de envidia.
No todos los empresarios son unas bestias peludas, ni todos los trabajadores unos santos. He conocido empresarios que han dado todo por su empresa y trabajadores que sabían muy bien marear un expediente por todo el edificio.
Pero, ya digo, no es el momento del "Y tú más". Creo que es el momento de arrimar el hombro y ayudar a las buenas ideas, a la buena gente, a los buenos empresarios, a los buenos trabajadores.
1 comentario:
Pues asi "semos", ais nos va, nadie se responsabiliza de la responsabilidad que ocupa porque no es responsable ya que el responsable es el de al lado y asi yo me quedo en mi trona dorada lamiendo un poco mas de pastel. Si la idea es de otro es mala y si la mala es mia es buena y si sale mal es por la mala idea del otro.
Y seguro que ya estariamos caminando por buena senda si codo a codo nos pusieramos a trabajar, desgraciadamente creo que no va a ocurrir.
Publicar un comentario