Hola a todas, desde el más atareado de los mundos paralelos, este estatus trabajandis permanentis.
Ayer arrobita se plantó en París, no para hacer las américas -obviamente, continúa en Europa-, sino para currar un poco turísticamente. Que no es lo mismo que te den la paliza del curro en Ciudad Lineal, que arreglar entuertos de tus compañeros, bajo la sombra de Notre-Dame. Ya te digo.
Sin embargo, os hablo como damnificada. Como esposa de emigrante. Como envidiosa vecina que se queda aquí, mientras los vecinos se van con los puntos del móvil a no-se-que-playa. O similar.
Realmente lo que se siente es extraño. Si, la verdad es que no hemos estado mucho separadas. Desde que nos conocemos, salvo un breve periodo inicial en el que nos caíamos mal -cositas del destino-, nos hemos movido como los bancos de peces. Una al lado de la otra, de aquí para allá, allí y allá.
Y ahora estoy sola. Ya, ya, no me voy a poner tremenda. Pero es que esta noche tuve frío. Esta mañana me di cuenta de que la almohada no me abrazó en toda la noche. Y al besarla y darle los buenos días, quedó muda y seca. No hubo sonrisa, ni un movimiento rápido para apropiarse de la cama cuando me levanté. Y no desayuné pidiendo un cachito de periódico.
Los gatos parecen un poco más asilvestrados, como sabiendo que hay menos jefas en casa.
Ayer decía que no pasaba nada, que podía perfectamente irme a casa, sin que notara su ausencia. Pero me encontré invitando a mi madre y mi hermana a unas raciones por no cenar sola.
La verdad es que la echo de menos...
2 comentarios:
Cuando te unes a alguien llega un momento en el que te divides en dos. Una mitad se une a la otra y vuelve a formar una sola unidad. Sus caricias, su malhumor, su risa, su llanto, los buenos y los malos momentos forman parte de ti como los tuyos de la otra parte. Cuando la otra mitad se separa te sientes vacio, la casa suena hueca, las estancias estan frias, la mesa es interminable.
Aunque en ocasiones puntuales desearias estar solo, cuando esto ocurre te das cuenta que solo es un espejismo. Eso quiere decir que estas a gusto compartiendo tu vida con otra persona y llega un momento que no lo concibes de otro modo.
Es una manera de reforzar vuestro lazo, la unión de vuestro pequeño mundo. Seguro que los besos seran mas fuertes a la vuelta y el corazon volverà a latir con fuerza.
He pasado por esos momentos en el que te acuestas solo y sueñas quete levantaras abrazado a la otra parte, todo llega...
Firmo tus palabras.
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