martes, 5 de agosto de 2008

DE HOSPITALES Y LADRONES


Hacía mucho que nos rondaba un ingreso hospitalario. Y, claro, todo llega. Tuvimos que ingresar por urgencias a mi madre. El estado de salud de la susodicha andaba pendiente de un hilo y este cedió de manera brusca.
Así que ya nos teneis de aquí para allá. Con los horarios de visita limitados. Viendo la carita de dolor y las mil vías. Y al otro día, una sonda nasogástrica. Y al otro, otro bote de suero... Y sólo visitas de dos en dos. El hospital se vuelve tu lugar de paseo y el centro de tu horario diario.
Los primeros días, se te cae el alma al suelo. Afortunadamente poco a poco ves que sale adelante. Que esta vez no pasa por quirófano y todos nos alegramos. Y vuelven las risas y las bromas.
Pero claro. Tu orden de vida es muy fácil de seguir. Tres horitas fijas estás fuera todas las tardes. Muy goloso...Para los cacos.

Pues si, tú pensando en ir a ver a tu madre. En lo que dirá el médico. En si le quitan o le ponen una sonda... Y, cuando llegas a casa, te han descerrajado la puerta y te han revuelto hasta las bragas.
Te da rabia, te sientes impotente, te sientes violentada en lo íntimo de tu hogar. Y encima tu madre en el hospital. Mi padre cabreado como una mona. Menos mal que no se sitió culpable -porque nuestra cabeza tiene esas tonterias de vez en cuando-.
No es lo que te roban, es que te han vigilado, te han revuelto hasta lo más escondido, te han dejado la casa como si hubiera pasado un tornado. No puedes tocar nada hasta que no venga la policía científica. Te llenan todo de polvitos negros. Y no dejan de ser otros extraños revolviendo entre tus cosas.
Después toca ir al hospital y, con mucho cuidado, decirle que su casa ha sido robada. Por mucho que le restes importancia (que todos estamos bien, que sólo han roto la puerta, que lo que se han llevado no es para tanto, que lo importante somos nosotros y estamos bien...), la imaginación es muy ágil. Y claro, puede hacerte creer que te cuentan sólo la mitad del cuento.
Bueno, ya está su casa ordenada y mi madre en ella. Y tiene color y la salud retorna lentamente. Eso es lo importante.
Joder, vaya días de verano... A ver si pasa ya de una **** vez.

5 comentarios:

Frantic St Anger dijo...

Pues no sabes cuanto lo siento, maja.

¿Tu madre está ya mejor y en casa? Pues eso es lo realmente importante, aunque imagino que el susto no os lo quita nadie.

Cuidate mucho.

Un abrazo.

Olga dijo...

Mi madre ya está en casa y mejor. Los dolores se le están quitando poco a poco.
Y ve la casa ya ordenada. Además, lo que se llevaron se repone y punto -salvo la carga emocional de algunas cosillas, pero bueno-.
Gracias guapa.

sILviA dijo...

..buenas..

..de HOSPITALES..

..y ladrones..

..TU MADRE..

..la casa..

..como cambian las cosas..

..según las circunstancias..

..TU MADRE.. LO ++++++++++

..

marga dijo...

tal cual, el papá de vero se interna cada dos por tres y hay que turnarse para estar con él o llamar a algún famuliar, amigo o vecino para que se quede en la casa para que los muy hijos de puta no te desvalijen
te entiendo perfectamente
que se recupere pronto
salu2

Olga dijo...

Silvia, tienes toda la razón, en mi madre pongo todos los ++++. sin lugar a dudas.
Siento marga lo del papá de vero. Pero la verdad e que compaginar planillas de gente para le hospital y la casa -por los robos- es demencial. Este loco mundo...