Caminasteis bajo las estrellas. Ella reía y hablaba y te hizo olvidar que era vuestra última noche. Esta noche sería eterna, colgada de su boca. No podías imaginar un lugar mejor. Poco a poco llegasteis al principio del puente donde quedasteis la primera vez. Pero no te diste cuenta hasta que ella paró. Miró a su alrededor, caminó un poco más y se apoyó en la balaustrada.
Por un momento se separó de ti y miró hacia el río. Al alejarse, sentiste todo el frío de la separación. Todo el frío del invierno que ya caía. Te sentiste desolada. Era el fin.
Te había llevado allí para despedirse. La tristeza se abalanzó sobre tu corazón. Ella, de espaldas, se alejaba a marchas forzadas de tu corazón. No sabías hacia donde mirar. Te volviste hacia la otra orilla. Viste el reloj de la iglesia de Santa Ana. Faltaba un minuto para las cinco.
En aquel reloj contaste los minutos y los segundos el día que os conocisteis. Mirando aquella iglesia, rezaste porque apareciera. Por no quedarte sola, como una tonta, el primer día. Los ojos luchaban por no anegarse de lágrimas. Tocaba el reloj las horas. Con cada campanada se acercaba el último latido de tu corazón. Ya no había frío. Ya no había invierno en el exterior. Tu corazón yacía inerte en medio de tu pecho.
Una, dos, tres campanadas. Cuatro, ya llega el fin. Cinco. No pudiste mantener la mirada en el campanario un segundo más y bajaste los ojos a tus zapatos.
¿EH? Alguien pregunta por tí. Te giras sorprendida. Un chico, con un montón de granos adolescentes, os mira alternativamente a las dos. Por el rabillo del ojo ves que ella cabecea sonriendo, hacia ti. No entiendes nada. El chico se acerca sonriendo también. Casi dirías que su sonrisa es traviesa. Sabe algo que tu desconoces.
Entonces te fijas en sus manos. Lleva un precioso ramo de flores en las manos. No te lo puedes creer. Se acerca un adolescente, con un inmenso ramo de flores, hacia ti. A las cinco de la mañana en un puente desierto. No sales de tu asombro. Un poco lenta de reflejos, asientes con la cabeza cuando repite tu nombre. Te da el ramo y se va silbando, sin mirar hacia atrás. El ha cumplido.
Miras el ramo sin entender una palabra. De pronto, recuerdas a tu chica, que se ha acercado sin darte cuenta. La miras y sonríe de oreja a oreja. Te sientes un poco ridícula. Ella mira el ramo y te descubre con los ojos un sobre pequeño. Ni te habías dado cuenta de su existencia. Lo coges, manteniendo el ramo de una manera tan torpe que casi se te cae. Ella lo recoge al vuelo y se ríe. Tu te sonrojas.
Se coloca tras de ti. Sientes su calor, no lo vas a soportar mucho tiempo. Abres el sobre y no puedes creer lo que lees. Lo relees y te oyes afirmar una y otra vez. Te oyes reír. Te sientes en pleno verano. Ella te rodea con sus brazos. Ella te abraza y te acuna feliz.
"ESTA PUEDE SER LA PRIMERA NOCHE DEL RESTO DE NUESTRAS NOCHES".
10 comentarios:
joe, lunares.... que bonitooooo.
Intento hacer un esfuerzo y poner alguna palabra, torpe, porque después de leer esto, todo parece torpe.
Gracias por ese ramo de sentimientos que nos has regalado.
Nethan, me halagas. Tus palabras nunca son torpes.
¡¡Qué bonito!!
¡Ay! Pues soñaremos...
Tomo nota del ramo y la tarjeta (por si surge la ocasión, que nunca se sabe).
Gracias por el relato, reina.
Toma nota de lo que quieras, apropiate de lo que necesites. Y espero, que cuando lo necesites, te sirva.
La verdad es que no me hubiera importado, lo de las flores, aysss. Si es que soy una romántica.
Preciso Lunares, de verdad... digo como Neth, todo lo que pueda escribir será para estropearlo.
preciso, conciso, concreto... jejeje. Las palabras de las amigas, nunca pueden estropear nada ¿o acaso no lo sabeis, pedazo de cacho de trozos?
lunares de mi vida y de mis entre... ¡ups!
ahora creo que voy a ser un pelín mala y...
¿no nos dejarás así con ganas de más, verdad?
Uys, pues se terminó ahí. Que el resto, como suele decirse, ya es historia.
Pero no te preocupes, intentaré dibujar una nueva historia, con trazo firme y palabras de colores.
Pues no sería mala idea dibujar o escribir una nueva historia...me consta que haces muchas cosas bien, je,je,je, pero relatar lo bordas...espero poder seguir leyendo cosas tan hermosas.
Uys, spinaker ¿te consta que hago muchas cosas bien???? gracias por la flor. Intentaré bordar más.
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