
¿Conocéis las chirucas?¿Las habéis utilizado?¿disfrutado?¿sufrido?
Fueron mis primeras botas de campamento. Para mis primeros campamentos. De eso hace media vida. Cuando no se hacía ni treking, ni senderismo y mucho menos colonias urbanas.
Tienen toda una historia. Además de mi propia persona, las vistió Franco, los scouts, los soldados americanos en vietnam, los agricultores de media España, de Pujol al rey... Si hasta tienen su propia canción "Vella Xiruca", de uno de esos grupos excursionistas.
¿Sabéis de dónde viene su nombre? pues de un personaje de opereta. Es el diminutivo cariñoso de Mercedes en gallego. Ahí es nada. Como los coches de marca. Toma.
Pero yo la asocio a aquellas fotos, almacenadas al fondo de un álbum. Días felices, al lado de la mochila, la cantimplora, el saco de dormir, la tienda canadiense y el omnipresente jabón Lagarto -al que tendríamos que reivindicar, si hasta es bueno para la piel-.
Se que pasé malos momentos. Aquellas subidas montaña arriba, en las que creí no poder ni con mis chirucas. Y el montón de buenos momentos y risas. Ayudar y ser ayudada. La camaradería, los fuegos de campamento, las canciones al son de la típica guitarra. Dormir al raso bajo la vía láctea...
Vale que las abandoné, que las cambié por marcas más molonas. Pero siempre estarán asociadas a mi adolescencia más sana -para las menos sana tenía otro calzado, jejeje-.